Fay Grim (2006)

“Fay Grim” es, en su esencia, un regreso a la oscuridad y la complejidad emocional que hicieron a “Henry Fool” una experiencia cinematográfica tan memorable y perturbadora. La película de Christian Volpatto no es un simple continuation; es una indagación profunda en las consecuencias no intencionadas de la idealización y la manipulación, tejiendo una narrativa densa y laberíntica que exige paciencia y receptividad por parte del espectador. La película no ofrece respuestas fáciles ni finales felices, y esa es, precisamente, su mayor fortaleza.

El guion se destaca por su ambición y su capacidad para explorar las zonas grises de la moralidad. No se presenta a ninguno de los personajes como totalmente buenos o malos. Fay Grim, interpretada magistralmente por Sally Hawkins, es una mujer atormentada, un reflejo de la ambigüedad moral que impregnaba la vida de Henry Fool. Hawkins ofrece una actuación sutil y poderosa, transmitiendo el dolor, la frustración y la desesperación de una mujer atrapada en las consecuencias de sus elecciones y en un ciclo de dolor sin fin. La película se beneficia enormemente de su interpretación, que es el corazón palpitante de la historia.

La dirección de Volpatto es igualmente impresionante. La película utiliza la oscuridad y la atmósfera para evocar una sensación constante de inquietud y desasosiego. La fotografía de Lauren Somers es particularmente efectiva, con colores apagados y composiciones claustrofóbicas que reflejan el estado mental de los personajes. La película no se basa en sustos fáciles; el terror reside en lo implícito, en la sensación de que algo terrible está a punto de suceder, en el peso de los secretos no dichos. La película es un ejercicio de suspense psicológico que se construye lentamente, creando un ambiente de tensión palpable.

La actuación de James Norton como Simon es una de las mejores que he visto de él. Interpreta con una franqueza brutal el arrepentimiento y la desesperación de un hombre que ha perdido su libertad y su propia identidad. La dinámica entre Simon y Fay es tensa, compleja y profundamente conmovedora. Su relación, marcada por la amistad, la rivalidad y el amor no correspondido, es el eje central de la película y su exploración es incisiva y aterradora. La película consigue, además, que el espectador se ponga en su lugar, dándole unificidad a las decisiones tomadas a lo largo del tiempo.

Si bien la trama puede resultar compleja para algunos espectadores, y el ritmo lento para otros, “Fay Grim” es una obra de arte cinematográfica que invita a la reflexión. Es una película que te quedará en la mente mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar, confrontándote con la fragilidad de la moralidad y el impacto duradero de las decisiones que tomamos. No es una película fácil, pero es una experiencia profundamente gratificante para aquellos que se atreven a sumergirse en su oscuridad.

Nota: 8/10