“Feliz día de tu muerte 2” no es solo una secuela; es una validación, una respuesta directa a la inquietante premisa que la primera película estableció. Michael A. Smith, el director, no se limita a repetir la fórmula del terror psicológico y el suspense lento. Busca, con éxito en muchos momentos, profundizar en las consecuencias emocionales y existenciales de la vida repetida, aunque a veces se ve eclipsado por el deseo de mantener el ritmo frenético que funcionó tan bien en el original. La película se centra en Tree Gelbman (Madeleine Brewer, que continúa siendo la piedra angular del filme) quien, como ya sabíamos, vive el mismo día una y otra vez. Esta vez, la repetición no es simplemente una forma de evadir un pasado traumático; es una puerta de entrada a un misterio mucho más oscuro y personal. La película, en comparación con su predecesora, se siente menos orientada a la acción y más enfocada en la reconstrucción de la verdad, aunque esto también significa que, en algunos puntos, el ritmo se ralentiza ligeramente, lo cual, en general, es positivo.
La dirección de Smith es sólida, aunque a veces se siente un poco forzada. La película es visualmente atractiva, con una paleta de colores que, como en la primera entrega, refuerza la atmósfera opresiva y claustrofóbica. Se utilizan la iluminación y la composición de planos para transmitir la creciente desesperación de Tree y la sensación de que la realidad misma se está desmoronando a su alrededor. Sin embargo, algunas escenas son excesivamente largas, llegando a parecer artificiales y desprovistas de una tensión real. La película se beneficia enormemente de la actuación de Madeleine Brewer, quien logra transmitir la angustia, el miedo y la frustración de su personaje de una manera convincente y conmovedora. Su interpretación es la principal razón por la que la película funciona tan bien. Los otros actores, aunque cumplen su función, no logran destacar tanto como la protagonista.
El guion, escrito en su totalidad por Michael A. Smith, es donde reside tanto la mayor fortaleza como el punto más débil de la película. Si bien el planteamiento de la trama es interesante y se mantiene coherente con el universo creado, el desarrollo de la historia a veces se siente confuso y lleno de giros argumentales que, aunque efectivos en un primer momento, carecen de la profundidad emocional que se podría haber logrado. La resolución, en particular, resulta algo abrupta y no explora completamente las implicaciones filosóficas y existenciales de la situación de Tree. A pesar de las incoherencias ocasionales, la película mantiene un elemento de misterio constante que te mantiene enganchado, y explora temas como la culpa, el trauma y la búsqueda de redención de forma interesante, aunque sin llegar a la profundidad que se esperaría de un thriller psicológico de este calibre.
En resumen, “Feliz día de tu muerte 2” es un secuela sólida y entretenida que, si bien no supera a la original, ofrece una experiencia tensa y perturbadora. No es una obra maestra, pero es una película que merece la pena ver para aquellos que disfrutaron del primer filme y que buscan una dosis de terror psicológico con un toque de misterio. Se beneficia de una actuación destacada de Madeleine Brewer y de la dirección firme de Michael A. Smith, aunque el guion podría haber sido más cuidadoso en el desarrollo de la trama y la exploración de sus temas centrales.
Nota: 7/10