FernGully. Las aventuras de Zak y Crysta (1992)

“FernGully: La Magia Continúa” (FernGully: The Last Rainforest) es, en su esencia, una película de los años 90 que, a pesar de su estética y algunos elementos predecibles, persiste como una pequeña joya del cine animado familiar. Años después de su estreno, la película sigue siendo relevante no tanto por su innovación narrativa, sino por el mensaje ambiental que transmite con una sinceridad que, en gran medida, escapa a muchas producciones modernas. La película se centra en la dicotomía entre dos mundos: Ferngully, el exuberante y mágico bosque, y el mundo exterior, marcado por la contaminación y la desmedida explotación de los recursos naturales. Este contraste, visualmente impactante gracias a la animación digital de la época, funciona como un alegato contundente sobre la importancia de la conservación del medio ambiente.

La dirección de Glenn Murakami y Dan Venturi es, en general, sólida. Logran crear una atmósfera de cuento de hadas con un toque de aventura. Los efectos visuales, aunque datados hoy en día, fueron impresionantes en su momento, y la recreación de Ferngully es espectacular. Las escenas de animación, con la bioluminiscencia de las plantas y las criaturas, son particularmente memorables. Sin embargo, la película a veces se amarra a un ritmo convencional, con momentos de acción un poco forzados y diálogos directos que, en ocasiones, restan credibilidad a las motivaciones de los personajes.

Las actuaciones de los personajes animados son convincentes. Crysta, interpretada con una vitalidad y determinación que la convierten en una heroína entrañable, está dotada de una sinceridad que impregna todo su personaje. El murciélago Batty, con su discapacidad y su bondad, es un alivio cómico y un personaje de apoyo fundamental. La química entre Crysta y Zak, el joven humano que descubre la belleza de Ferngully, es genuina y contribuye a la dinámica emocional de la película. Es importante destacar que las voces originales, especialmente la de Crysta interpretada por Melissa Joan Hart, son excepcionales y aportan un gran encanto a los personajes.

La trama, aunque no es original, cumple su cometido. La amenaza de Hexxus, el ser oscuro que se alimenta de la destrucción del bosque, actúa como un motor narrativo eficaz. La película explora temas como la responsabilidad, la amistad y la importancia de comprender y respetar el mundo natural. No obstante, la resolución, a veces, parece un tanto simplista y rápida, con un final que, en última instancia, se queda en una victoria moral sin profundizar en las consecuencias del conflicto. Sin embargo, la fuerza de la película reside en su mensaje, un llamado a la acción que resuena con fuerza en la audiencia, especialmente en niños y adolescentes.

Nota: 7/10