“Fielmente tuya” es un thriller psicológico que, a pesar de su premisa inicialmente impactante, acaba revelándose una película desigual, llena de potencial desperdiciado. La trama, centrada en la desintegración de un matrimonio y la contratación por parte del esposo para eliminar a la esposa, promete un drama intenso y claustrofóbico, y en algunos momentos logra crear una atmósfera realmente inquietante. Sin embargo, la ejecución es inconsistente y la película termina alejándose del camino de la profundidad y la sutileza para adentrarse en un melodrama excesivamente artificial.
La dirección de Mark Hellegers muestra destellos de talento, particularmente en el manejo de la tensión y la presentación de los momentos clave. Se aprecia un esfuerzo por transmitir la sensación de aislamiento y desesperación que experimenta Margaret, pero a menudo recurre a recursos visuales y sonoros que se sienten más como artificios que como expresiones genuinas del estado emocional de la protagonista. La fotografía, en general, es competente, empleando una paleta de colores apagados que refuerza la atmósfera sombría de la historia. No obstante, la película a veces se deja llevar por una estética melancólica que podría haber sido utilizada con mayor precisión para intensificar el impacto dramático.
El núcleo de la película reside en la interpretación de Frances O'Connor como Margaret. Su actuación es, sin duda, el punto más fuerte de la producción. O’Connor logra una representación compleja y multifacética de una mujer a punto de perder todo lo que ha construido en su vida. Evita caer en clichés de la mujer desesperada, mostrando en su fragilidad una determinación silenciosa y una capacidad de resistencia que la convierten en un personaje con el que es fácil empatizar. Por otro lado, el actor que interpreta al marido, Charles, no llega a ofrecer una profundidad comparable, quedando en una representación caricaturesca de un hombre amargado y calculador, sin alcanzar la sutileza necesaria para justificar sus acciones.
El guion, escrito por la propia Hellegers, presenta algunas lagunas importantes. Aunque la premisa es intrigante, la narrativa se estanca en momentos clave, ralentizando el ritmo y desviando la atención del espectador. Los diálogos, en su mayoría, son funcionales, aunque carentes de la chispa necesaria para dar vida a las complejidades del matrimonio en crisis. La película se beneficia de un ritmo pausado, pero a veces esa pausa se convierte en un letargo, especialmente en la segunda mitad. Además, la explicación de las motivaciones del marido, aunque se intuye, nunca se desarrolla completamente, dejando un sentimiento de incompletud. La trama introduce elementos de la vida de Margaret, como su relación con su hija, que parecen más como añadidos ornamentales que como elementos integrales de la historia principal.
En definitiva, “Fielmente tuya” es una película interesante pero imperfecta. La actuación de Frances O’Connor es sobresaliente, y la premisa tiene el potencial de convertirse en un thriller psicológico realmente cautivador. Sin embargo, la dirección y el guion no logran alcanzar el máximo de su potencial, dejando al espectador con una sensación de frustración. La película logra un atmósfera tensa, pero la falta de profundidad en la exploración de sus personajes y su trama la convierten en una experiencia más superficial de lo que podría haber sido.
Nota: 6/10
