FOMO: Fear Of Missing Out (2019)

“FOMO: Fear Of Missing Out” es una película que, en su esencia, intenta ser un retrato mordaz y contemporáneo de la adolescencia moderna y el impacto del consumo voraz de redes sociales en la vida de los jóvenes. La película, dirigida por Stephen Susick, se mueve con cierta fluidez por la primera mitad, logrando transmitir la atmósfera relajada y a veces superficial de una fiesta adolescente, con un evidente guiño a las tendencias de los vídeos de retos virales. Sin embargo, a medida que avanza la trama, la película comienza a sentirse un poco atropellada y, paradójicamente, pierde parte de su autenticidad inicial.

El guion, aunque presenta ideas interesantes sobre la presión social y el miedo a perderse algo, carece de profundidad. Se centra en demasiados personajes secundarios, algunos de los cuales son poco más que caricaturas, y la relación entre los protagonistas – Gergö, sus amigos y Lilla – no evoluciona de manera particularmente convincente. La premisa de la broma que sale mal y desencadena consecuencias devastadoras es un cliché que, si bien funciona como punto de partida, no se explora con la sutileza que podría haberle dado más impacto. El ritmo es irregular, alternando momentos de tensión con una banda sonora efectiva, y escenas que se sienten un tanto desconectadas de la historia principal. El guion, en definitiva, tiene un potencial que no logra alcanzar plenamente.

Las actuaciones son, en general, sólidas. El actor que interpreta a Gergö, Finn Wolfhard, se muestra convincente en su papel de adolescente impulsivo y en busca de aprobación. Los demás jóvenes que forman su círculo social también dan buen resultado, interpretando sus personajes con una naturalidad que contribuye al ambiente realista de la película. Sin embargo, la química entre los actores no siempre es palpable, lo que afecta la credibilidad de sus interacciones. La interpretación de Lilla, interpretada por Abigail Conn, es particularmente destacable. Logra transmitir la vulnerabilidad y la desesperación de su personaje de manera impactante, siendo la persona que más genera empatía en la audiencia.

En cuanto a la dirección, Stephen Susick se mantiene firme en su enfoque visual, utilizando una paleta de colores vibrante y una cámara que sigue la acción con dinamismo. La película se beneficia de la popularidad de los vídeos de retos virales, incluyendo fragmentos de contenido real en la trama, lo que le confiere una sensación de actualidad y autenticidad. Sin embargo, la película no se atreve a ir más allá de la superficie, evitando cuestionar las motivaciones de sus personajes o explorar las consecuencias más amplias de sus actos. La película es, en última instancia, una mera descripción de un problema, sin ofrecer soluciones ni una reflexión profunda sobre el tema.

A pesar de sus fallas, “FOMO: Fear Of Missing Out” es un entretenimiento visualmente atractivo y con actuaciones decentes. La premisa y el concepto son interesantes, pero la ejecución no logra elevar la película por encima de lo ordinario. Se queda en una zona gris, sin dejar una impresión duradera.

Nota: 6/10