Frances Ha (2013)

‘Frances Ha’ es mucho más que una simple comedia romántica; es una meditación visceral sobre la desilusión, la búsqueda de la identidad y el dolor de crecer sin perder la esperanza. Greta Gerwig, a sus 27 años, asumió la dirección de esta película que, de manera sorprendente, le convirtió en una de las voces más importantes de la cinematografía independiente, y su elección como directora se siente en cada fotograma. Baumbach, en su escritura, ofrece un retrato auténtico y a veces cruel de la juventud en Nueva York, donde los sueños y las promesas se desvanecen con la rapidez de una coreografía improvisada.

La película se centra en Frances, un personaje complejo y profundamente humano. Gerwig logra transmitir la fragilidad de su personaje con una sutileza exquisita. No se trata de una heroína típica; es torpe, indecisa y a menudo autodestructiva. Su ambición de ser bailarina en la Nueva York Theatre Ballet se ve constantemente frustrada por un cambio de planes inesperado, dejándola en una posición de incertidumbre y pérdida. La dirección de Gerwig, a pesar de la aparente simplicidad de la narrativa, es magistral en su uso del ritmo, la cámara y el montaje, enfatizando la sensación de desorden y vulnerabilidad que caracteriza la vida de Frances. La banda sonora, impecable, complementa a la perfección el ambiente melancólico pero optimista de la película.

Las actuaciones son sobresalientes. Además de Gerwig, quien además participa como actriz, Bill Murray aporta una inmensa ternura como el excéntrico y desilusionado agente de Frances. Aziz Ansari y Greta Lee también ofrecen interpretaciones convincentes como los amigos de Frances, añadiendo matices y profundidad a las dinámicas sociales que definen su vida. La química entre los actores es palpable, contribuyendo a la sensación de realismo que impregna la película. La película no se guía por la grandilocuencia; la fuerza reside en las pequeñas interacciones, los silencios incómodos y las miradas que revelan más de lo que se dice.

Más allá de la búsqueda profesional, ‘Frances Ha’ explora la complejidad de las amistades. Las relaciones de Frances con Sophie y con sus amigos, se presentan con sus virtudes y sus defectos, mostrando cómo la lealtad, la competencia y la nostalgia pueden entrelazarse de formas inesperadas. La película no idealiza la amistad, sino que la representa con honestidad, reflejando el dolor, la decepción y la aceptación que a menudo la acompañan. El final, deliberadamente ambiguo, deja al espectador con una sensación de bittersweetness, sugiriendo que la redención no se encuentra en el éxito, sino en la capacidad de abrazar la imperfección y seguir adelante, aunque sea con las heridas del pasado.

En definitiva, ‘Frances Ha’ es una joya cinematográfica, una película que se queda en la memoria con una fuerza inusual. Es una obra que invita a la reflexión sobre los sueños que perseguimos, las amistades que nos apoyan y la belleza que se encuentra en la imperfección de la vida. No es una película fácil, pero es una experiencia cinematográfica profundamente gratificante.

Nota: 8.5/10