Freddie Agente F.R.O.7. (1992)

“Freddie Agente F.R.O.7” es una propuesta cinematográfica tan inusual como desafiante, que se atreve a explorar la comedia con un toque de ciencia ficción y una premisa, a priori, descabellada. La película, dirigida por Paul Fleming, no se toma en serio su propia extravagancia, abrazando un tono absurdo y repleto de gags que, aunque no siempre impactan, resultan entretenidas y generan momentos genuinamente graciosos. La historia, centrada en el príncipe Freddie, transformado en rana tras la muerte de su padre, un ex-agente secreto, nos introduce en un mundo de espías y malandrines donde la transformación amphibiana es un arma, y a veces, un inconveniente.

La dirección de Fleming es sólida, con un ritmo pausado que permite al espectador disfrutar de los detalles visuales y las situaciones cómicas. No intenta imitar las convenciones del género de espías, sino que se aparta de ellas, apostando por el humor absurdo y el ingenio. La ambientación, aunque no particularmente visualmente deslumbrante, es efectiva para crear un ambiente de espionaje con un toque de fantasía. Sin embargo, la película podría beneficiarse de una mayor atención al diseño de producción, para que el mundo de Freddie sea más definido y memorable.

La actuación de Ben Kingsley como el padre de Freddie, un ex-agente secreto con un pasado oscuro, es sobresaliente. Kingsley aporta una presencia imponente y una autenticidad conmovedora a su papel, dotando de peso emocional a la historia. La interpretación de el propio Ben Miller como Freddie, la rana convertida en agente, es un caso aparte. Miller, conocido por su trabajo en comedias, se muestra convincente en el papel, logrando transmitir la confusión, la frustración y, en ocasiones, el heroísmo de su personaje. El resto del elenco, aunque menos destacable, cumple su función con solidez. Hay un buen trabajo en especial por parte de Hugh Laurie, que aporta un toque de sarcasmo y cineasta a su personaje.

En cuanto al guion, la película es una mezcla de situaciones cómicas y momentos de acción, aunque estos últimos no son particularmente memorables. Las referencias a películas de espías clásicas, como “James Bond”, están presentes, pero se utilizan de forma más ligera y humorística, sin pretender imitarlas. El diálogo, en general, es ingenioso y repleto de juegos de palabras, lo que contribuye al tono general de la película. No obstante, algunas situaciones resultan un poco forzadas y la trama principal se complica ligeramente en los últimos actos. Se siente la necesidad de dar más profundidad a algunos personajes secundarios y explorar mejor las motivaciones de algunos de los villanos. La película, en definitiva, se centra en el viaje de transformación de Freddie, pero podría haber explorado más a fondo los dilemas morales y las consecuencias de sus acciones.

Nota: 6.5/10