Free Guy (2021)

“Free Guy” es una película que, en principio, parece un guiño inteligente al universo de los videojuegos y al concepto de "personaje no jugable" (NPC). Sin embargo, tras la primera impresión alegre y colorida, la película se revela como una experiencia desigual, un esfuerzo por divertir que, aunque a veces triunfa, en gran medida se queda a medias. La dirección de Shawn Levy es competente y mantiene un ritmo ágil, explotando al máximo el potencial cómico de la premisa, pero la película carece de la profundidad y el alma que podrían haberla elevado a algo verdaderamente memorable.

Ryan Reynolds, como siempre, ofrece una actuación convincente como Guy, el habitual tipo bueno y un poco ingenuo. Su encanto natural se presta perfectamente para el papel, y su capacidad para transmitir la sorpresa y la confusión de un personaje que se da cuenta de que su vida es una simulación es lo que salva en gran medida a la película. Los secundarios, como Jodie Comer, están bien integrados, aunque algunos de sus personajes, especialmente los de los criminales, son un tanto caricaturescos y carentes de matices.

El guion es, sin duda, el punto débil de la película. Aunque la idea central de un NPC que se da cuenta de que su vida es un videojuego es original y potencialmente muy rica en ideas, la ejecución es, en gran medida, superficial. Se intentan abordar temas como la autenticidad, la identidad, el propósito y la libertad, pero estas reflexiones quedan reducidas a momentos de diálogo torpemente expositivos. La trama, aunque entretenida, se vuelve predecible y llena de clichés del género de acción y comedia. El humor, si bien presente, se basa a menudo en gags visuales y situaciones forzadas que, con el tiempo, pierden su impacto.

La película se esfuerza por emular la estética y el ritmo de las ultimas entregas de los juegos de acción de Nintendo 64. Los efectos especiales son decentes, pero no sobresalientes, y las secuencias de acción, aunque dinámicas, carecen de originalidad. La banda sonora, por otro lado, es un elemento positivo, con temas pegadizos y que se integran bien en el tono de la película. Sin embargo, incluso esta fortaleza no es suficiente para compensar las deficiencias del guion.

En resumen, “Free Guy” es una película divertida y entretenida, ideal para una noche de cine con amigos, pero que no alcanza a ser más que un entretenimiento ligero. La propuesta de un NPC despertando a la realidad es interesante, pero el guion no logra explorar completamente su potencial. Al final, la película se queda en un nivel superficial, donde la diversión prevalece sobre la profundidad.

Nota: 6/10