French Connection II (1975)

‘French Connection II’ es una película que, a pesar de su estatus de clásico, resulta ser un ejemplo brillante de la tensión y el melodrama policial que dominaba el género en la década de los 80. Brian De Palma, director consagrado, se enfrenta a un reto considerable: rehacer la épica y efectiva ‘French Connection’ original de William Friedkin, una obra que ha resistido el paso del tiempo. La película no pretende ser una mera copia, sino un homenaje y, a la vez, una reinterpretación con un toque más personal y, quizás, un mayor énfasis en la complejidad psicológica de sus personajes.

Gene Hackman, como Popeye Doyle, ofrece una actuación magistral. Su Doyle es un hombre consumido, atormentado por sus errores pasados y por la cruda realidad de su trabajo. Hackman no se limita a interpretar a un policía duro; nos entrega un individuo profundamente vulnerable, un hombre que lucha contra sus demonios internos mientras intenta hacer cumplir la ley. La dirección de De Palma acentúa este conflicto interno a través de la utilización de la cámara en movimiento, las luces y sombras, y una puesta en escena que refleja el caos y la paranoia que rodean a Doyle. No es un héroe, sino un ser humano imperfecto, y esa imperfección lo hace increíblemente humano y, en última instancia, comprensible, aunque nunca excusable.

La trama, aunque densa y a veces confusa debido a la multiplicidad de personajes y subtramas, es fascinante. La película se centra en la persecución de Charnier (Jean Reno), un traficante de drogas francés de implacable astucia, que opera con la connivencia de ciertos agentes de la policía francesa. La tensión aumenta progresivamente a medida que Doyle, impulsado por la necesidad de limpiar su nombre y la creencia de que Charnier es responsable de su caída, se adentra cada vez más en un laberinto de mentiras, engaños y traiciones. El guion, coescrito por Stephen Poliakoff y William Goldman, mantiene un ritmo frenético y una atmósfera de suspense constante, gracias en parte a la brillante fotografía de Caleb Volz, que contribuye a crear una sensación palpable de amenaza.

Sin embargo, la película no está exenta de fallas. Algunas secuencias, especialmente las que involucran explosiones, parecen un poco exageradas y teatrales, alejándose del realismo que caracteriza la original. Además, la introducción de nuevos personajes y la interconexión con la trama principal a veces se sienten forzadas, disminuyendo el impacto de algunos momentos clave. A pesar de estas pequeñas imperfecciones, 'French Connection II' es una película tenaz, con una excelente dirección, una actuación destacada de Gene Hackman y una atmósfera de suspense que atrapa al espectador desde el principio. Es una película que se disfruta plenamente y que ofrece una visión fascinante de la guerra contra las drogas en la Francia de los 80.

Nota: 7.5/10