Frente al tornado (2021)

“Frente al tornado” (Twister) no es solo un desfile de efectos especiales impresionantes, aunque visualmente es innegablemente cautivadora. Esta película, de dirección magistral por parte de Peter Jackson, se erige como un estudio de la supervivencia humana, la fragilidad de la vida y, sorprendentemente, la fuerza que se puede encontrar en la adversidad. Jackson, que ya había demostrado su habilidad con el suspense en “Assassins” y “Heat”, logra convertir un concepto potencialmente cliché en una experiencia cinematográfica visceral y profundamente emotiva. La elección de la localización, un paisaje rural y brumoso de Oklahoma, añade una capa de autenticidad y realismo que refuerza el impacto de la tormenta.

Las actuaciones son, en general, sólidas. Bill Paxton, como el excéntrico y obsesionado cazatormentas Bill Harding, lidera el reparto con una energía palpable y una carisma irresistible. Su interpretación es más que simple comedia; subyace una profunda soledad y un anhelo de conexión que lo hacen excepcionalmente humano. Meg Ryan, interpretando a la meteoróloga Jo Weatherby, aporta una elegancia tranquila y una determinación silenciosa que contrasta admirablemente con la impulsividad de Harding. Pero es Anthony Hopkins como el profesor Richard Nash quien ofrece la actuación más memorable. Su personaje, un hombre atormentado por una pérdida personal, aporta una capa de melancolía y reflexión que eleva la película más allá del simple thriller apocalíptico. Su presencia, sutil pero poderosa, sirve como un recordatorio constante de la fragilidad de la existencia.

El guion, aunque a veces se inclina hacia el melodrama, es en su mayoría eficaz. La película se centra en las relaciones entre los cuatro personajes principales, explorando las dinámicas familiares, los secretos y las tensiones que se revelan bajo la presión de la inminente catástrofe. La relación entre Harding y Nash es particularmente interesante, evolucionando desde la rivalidad inicial hasta una colaboración forjada por la desesperación. Sin embargo, hay momentos en los que el guion cae en clichés del género, como la escena del "nuevo amigo" que aparece de la nada, buscando simplemente ser parte de la historia. A pesar de estas pequeñas imperfecciones, la película logra mantener el interés del espectador gracias a su ritmo constante y a la tensión dramática que construye a lo largo de los 13 minutos decisivos. La manera en que el guion presenta las consecuencias de la tormenta, tanto físicas como emocionales, es particularmente impactante y deja una huella duradera.

La película, en definitiva, es un testimonio de la resiliencia humana y del poder de la comunidad. “Frente al tornado” no es solo una película sobre un tornado; es una película sobre la vida, la pérdida y la búsqueda de significado en un mundo incierto. Es un espectáculo visualmente impresionante, con una banda sonora memorable y un elenco que brinda actuaciones excepcionales. Es un clásico moderno que ha resistido el paso del tiempo.

Nota: 8.5/10