“From Justin to Kelly” es un ejercicio de nostalgia melancólica, una película que se siente como un artefacto del pasado, atrapado en una cápsula del tiempo de finales de los 90 y principios de los 2000. La premisa, adaptada de la popularidad del programa televisivo “Pop Idol”, es simple y, en teoría, prometedora: la historia de un romance estival entre dos chicos que se conocen durante las vacaciones y luego se ven catapultados a la fama. Sin embargo, la película termina siendo una experiencia frustrante, un ejemplo palpable de cómo una buena idea puede ser arruinada por una ejecución deficiente.
Dirigida por Robert Townsend, la película lucha constantemente por encontrar un equilibrio entre la comedia romántica y el drama adolescente, sin lograrlo realmente. Townsend, conocido por su trabajo en comedias como “The Meteor Man”, aporta una atmósfera a veces colorida y visualmente atractiva, pero su dirección carece de la energía y la sutileza necesarias para sostener el peso de la narrativa. A menudo, la película se estanca en clichés, recurriendo a momentos melodramáticos y diálogos forzados que alejan al espectador. El ritmo es lento y, lo que es más grave, la película no logra transmitir la emoción genuina de un romance estival, por mucho que se esfuerce por hacerlo.
Las actuaciones, sin duda, son el punto más fuerte. Justin Guarini y Kelly Clarkson, los verdaderos protagonistas del “Pop Idol”, ofrecen un encaje natural y convincente en sus papeles. El carisma de Clarkson se traduce bien en la pantalla, y la química entre los dos actores es, en ocasiones, perceptible. Sin embargo, incluso sus esfuerzos no son suficientes para rescatar el guion. La película depende demasiado de la nostalgia, proyectando la fama de los actores tras el programa, lo que resulta forzado y predecible. Las secundarias, en su mayoría, son personajes planos y poco desarrollados.
El guion es, con diferencia, el punto más débil de la película. La historia se siente derivada y superficial, explorando temas como la ambición, la fama, el amor y la pérdida, pero sin profundizarlos realmente. El desarrollo de los personajes es pobre, y las motivaciones de los personajes a menudo son poco claras. Además, la película no explora el impacto de la fama en la vida de los protagonistas de una forma creíble o interesante. Se siente más como un cuento de hadas prefabricado, un ejercicio de marketing televisivo disfrazado de película. El final, particularmente, se siente apresurado y poco satisfactorio, dejando al espectador con una sensación de decepción.
En definitiva, "From Justin to Kelly" es una película olvidable, una decepción para aquellos que esperan un romance estival emocionante y un estudio creíble de la fama. Más que una película, se siente como una reliquia de un programa televisivo que, a pesar de su éxito, no logra trascender a la pantalla grande.
Nota: 4/10