Fuga explosiva (2012)

“Fuga Explosiva” se presenta como una explosión de adrenalina y acción, un espectáculo visual que busca apelar a los aficionados al cine de persecución y a las películas de estilo clásico. Sin embargo, tras la lluvia de explosiones y los coches destrozados, la película revela una ejecución con cierta fragilidad, aunque con momentos de considerable interés. La propuesta, en esencia, es sencilla: un ex-piloto de fugas, Shepard, busca proteger a su novia, Bell, de las garras de las autoridades y de su antiguo y letal equipo. La premisa es sólida y ofrece un buen punto de partida, pero el desarrollo narrativo, a pesar de su ritmo acelerado, carece de la profundidad que podría haberle dado más sustancia.

La dirección de acción es, sin duda, el punto fuerte de la película. El director, que ha trabajado anteriormente en documentales de riesgo, demuestra una habilidad innata para crear secuencias visuales impresionantes y dinámicas. Las persecuciones son espectaculares, la coreografía es impecable y el uso de la cámara, particularmente en las escenas a bordo de los vehículos, es magistral. Sin embargo, la constante necesidad de mostrar acción a toda costa a veces sacrifica el desarrollo de la trama y la construcción de personajes. Se siente la tentación de llenar cada minuto con explosiones y tiroteos, relegando a un segundo plano la importancia del conflicto emocional entre Shepard y Bell.

Las actuaciones son competentes, aunque no particularmente memorables. John Shepard, interpretado por un Mark Wahlberg en su mejor momento, transmite la tensión y la desesperación de un hombre que lucha por proteger a la mujer que ama. Su carisma y su presencia en pantalla ayudan a mantener el interés del espectador. La química entre Wahlberg y Jessica Alba, que interpreta a Bell, es suficiente para generar cierta empatía, aunque su relación carece de la complejidad que podría haberla enriquecido. Destaca, sin embargo, la actuación de Robert Davi como Cooper, el jefe de Shepard, quien aporta una inquietante frialdad y una amenaza palpable. Su interpretación es la más sólida del reparto.

El guion, en general, es funcional, pero también resulta algo predecible y carente de originalidad. Se recurre a clichés del género, a personajes secundarios unidimensionales y a situaciones inverosímiles que, aunque entretenidas, terminan perdiendo su impacto. La resolución del conflicto, aunque satisfactoria en términos de acción, se siente un tanto apresurada y poco convincente. La película podría haber ganado en mérito al explorar con mayor profundidad la motivación de Shepard, la historia de Bell, y las consecuencias de sus acciones. La falta de un trasfondo más rico se siente como una oportunidad perdida. El tono, en general, es un poco demasiado serio, intentando simular la intensidad de “Mad Max” o “El gran golpe”, pero sin alcanzar el mismo nivel de matices.

Nota: 6.5/10