Gaby, una historia verdadera (1987)

“Gaby, una historia verdadera” es, en esencia, una película sobre la persistencia del espíritu humano frente a la adversidad. No es una película de drama convencional, con giros argumentales o espectáculos visuales llamativos. En cambio, se centra con una fidelidad casi hipnótica en la vida de Gabriela Brimmer, una mujer cuya capacidad física le robó la voz, pero no su mente, su sensibilidad y su sed de vivir. La película nos entrega una experiencia cinematográfica íntima y conmovedora, centrada en la transformación de una joven en una mujer valiente y apasionada.

La dirección de Daniel Kohlreuter es silenciosa pero poderosa. Evita la sentimentalidad excesiva, permitiendo que el relato de Gabriela hable por sí mismo. Se apega a un estilo documental que se adentra en los detalles de su día a día, en el tedioso pero crucial proceso de entrenamiento para controlar su pie izquierdo, en sus momentos de frustración y en sus logros más modestos. Sin embargo, la película no se limita a registrar la realidad; Kohlreuter utiliza la cámara de forma inteligente, creando un ambiente de calidez y respeto hacia Gabriela. Observamos el proceso de creación poética de Gabriela, su lucha por expresarse y su creciente confianza. La música, discreta pero evocadora, contribuye a la atmósfera, sin nunca eclipsar la voz de la protagonista.

La actuación de Lena Vedder como Gabriela Brimmer es, sin duda, el corazón de la película. Vedder no se limita a interpretar un papel; se convierte en Gabriela. Captura la vulnerabilidad, la determinación y la inteligencia de la protagonista con una autenticidad impresionante. Su mirada, a menudo llena de anhelo y de una fuerza silenciosa, es el vehículo principal para transmitir la complejidad de su ser. No hay dramatizaciones ni exageraciones; Vedder ofrece una interpretación naturalista, basada en una comprensión profunda de la mujer que interpreta. El contraste entre su inmovilidad física y la riqueza de su mundo interior es magistralmente retratado.

El guion, adaptado de sus propias memorias, es preciso y respetuoso. Evita simplificaciones y se enfoca en los aspectos más importantes de la vida de Gabriela: su relación con su familia, sus sueños de ser escritora, su amor por la poesía. Aunque la trama es sencilla, el guion está bien estructurado, creando un ritmo pausado que permite al espectador conectar emocionalmente con la historia. La película no busca un final grandioso ni un mensaje moral predefinido; simplemente nos presenta la vida de una mujer excepcional y nos invita a reflexionar sobre la importancia de la creatividad, la perseverancia y el valor de la individualidad.

“Gaby, una historia verdadera” no es una película para todos los gustos. No es un entretenimiento ligero ni un drama espectacular. Sin embargo, para aquellos que buscan una experiencia cinematográfica profunda y significativa, que les conmueva y les haga pensar, esta película es una joya. Es un recordatorio poderoso de que la verdadera fuerza reside en la capacidad de superar los obstáculos y de encontrar la belleza en la adversidad.

Nota: 8/10