Gary of the Pacific (2017)

“Gary of the Pacific” es una película sorprendente, una rareza en el género de la comedia de aventuras que logra, contra todo pronóstico, evocar una verdadera empatía por sus personajes y un genuino sentido de la comunidad. Josh Thomson, conocido por su papel en “The Bill”, entrega una actuación inesperadamente convincente como Gary, un agente inmobiliario melancólico y poco preparado que se ve catapultado a la figura del líder en un apocalipsis inminente. Su personaje es, en esencia, una figura humana ordinaria, alguien que ha vivido una vida bastante convencional hasta que la naturaleza lo obliga a redefinirse a sí mismo. La comedia surge de la incongruencia de su experiencia occidental aplicada a un entorno paradisíaco y peligroso, creando momentos genuinamente divertidos pero siempre con un trasfondo emocional.

La película, dirigida con una sensibilidad notable por Daniel Koppert, se centra en la reconstrucción de una pequeña comunidad isleña tras una catastrófica tormenta. La fotografía, con una paleta de colores vibrantes que contrastan con la amenaza inminente, es visualmente impactante y contribuye a la atmósfera. La banda sonora, minimalista pero evocadora, refuerza las emociones y la sensación de aislamiento y desesperación. Sin embargo, lo que realmente eleva la película es el desarrollo de los personajes, en particular la relación entre Gary y Megan Stevenson, cuya interpretación de una joven isleña decidida y pragmática aporta un equilibrio crucial a la dinámica del grupo. La película no se dedica a sentimentalismos baratos; la conexión entre los personajes se construye sutilmente a lo largo de la narrativa, generando un sentido de pertenencia e identificación que traspasa la pantalla.

El guion, a menudo impredecible, evita los clichés del género. Aunque la premisa central es fantástica, la película se centra en la humanidad de sus personajes y en las decisiones difíciles que deben tomar para sobrevivir. La película aborda temas complejos como el cambio climático (aunque de manera indirecta) y la importancia de la resiliencia humana, pero lo hace con una sensibilidad y un humor que evitan caer en la moralización. El desarrollo del conflicto no es explosivo, sino más bien un proceso gradual de adaptación y aprendizaje. La película no ofrece soluciones fáciles; más bien, plantea la pregunta de qué significa ser un líder en tiempos de crisis y cómo construir una comunidad frente a la adversidad. La incorporación de elementos folclóricos y la cultura de las islas del Pacífico, aunque discretos, dan autenticidad a la trama.

A pesar de algunos momentos de ritmo lento, “Gary of the Pacific” es una película sorprendentemente original y conmovedora. La actuación de Thomson es, sin duda, la joya de la corona, pero el reparto en su conjunto ofrece interpretaciones sólidas y creíbles. Es una película que te hace reflexionar sobre la importancia de la comunidad, la valentía interior y la capacidad humana para adaptarse a circunstancias extremas. Una experiencia cinematográfica refrescante y poco convencional que merece la pena ver.

Nota: 7.5/10