Generazione 1000 euro (2009)

“Generazione 1000 euro” no es, en absoluto, una película que redefine el cine italiano contemporáneo, pero sí que se erige como un retrato honesto y a veces desconcertante de la precariedad económica y la búsqueda de identidad de la generación perdida. La película, dirigida con una naturalidad que a veces se acerca a la improvisación, se centra en Matteo, un joven matemático con un talento excepcional y una realidad económica brutal: se está quedando sin salida. El retrato de esta angustia existencial, de esta sensación de estar atrapado en una espiral descendente, es lo más logrado de la obra.

La dirección de Alessandro Bassetti se caracteriza por una estética minimalista, casi documental, que intensifica la sensación de ahogo en la que se encuentra el protagonista. Evita artificios y el melodrama barato, permitiendo que el personaje de Matteo se desarrolle con una crudeza que puede ser incómoda para el espectador. La película se permite, sin embargo, incorporar elementos de comedia negra, que contrastan con la seriedad de la situación, contribuyendo a una experiencia visualmente interesante, aunque no siempre coherente. La banda sonora, discreta pero efectiva, refuerza el tono melancólico y a la vez, agridulce, de la trama.

Las actuaciones son sólidas. Lorenzo Aiello ofrece una interpretación convincente como Matteo, transmitiendo con credibilidad la desesperación, la frustración y el creciente cuestionamiento sobre el futuro. Es un personaje que evoluciona a lo largo de la película, enfrentándose a sus miedos y a las nuevas oportunidades que se presentan. Las interpretaciones de Giada Arena y Valentina Bellè, como Beatrice y Angelica, son igualmente acertadas, aportando matices y profundidad a los personajes que complementan la del protagonista. No se trata de actuaciones grandilocuentes, sino de actuaciones que reflejan la realidad y la complejidad de las relaciones interpersonales.

El guion, escrito por Bassetti y Marco Bellocchio, es quizás el punto más debatible de la película. Si bien la premisa – la crisis económica y la búsqueda de sentido en la edad adulta – es universal, la forma en que se desarrolla puede resultar algo lenta e incluso confusa. La introducción de Beatrice y Angelica, aunque crucial para el desarrollo de la trama, se siente, a veces, un poco forzada. Sin embargo, la película logra capturar la esencia de las relaciones sociales contemporáneas, con sus expectativas, sus desilusiones y sus pequeños momentos de conexión. El enfoque en el diálogo es considerable, lo que permite explorar las motivaciones y los miedos de los personajes de una manera más profunda. No se pretende ofrecer respuestas fáciles, sino más bien, plantear preguntas sobre el futuro y la importancia de las elecciones que tomamos.

En definitiva, “Generazione 1000 euro” es una película que, a pesar de sus defectos, merece la pena ser vista por su honestidad y su capacidad para retratar una realidad social compleja. No es un hito, pero sí una contribución valiosa al cine italiano actual, especialmente en lo que respecta a la representación de las nuevas generaciones. Un estudio de personajes más que un manifiesto.

Nota: 7/10