“George de la jungla” (George of the Jungle, 1997) es una película que, a primera vista, podría interpretarse como una simple comedia familiar. Sin embargo, bajo la superficie de su estética visualmente colorida y su humor accesible, se esconde una película sorprendentemente ingeniosa y con un corazón inesperado. La película no solo entretiene, sino que, con una cuidadosa dirección y un guion que explora temas como la adaptación, la pérdida y la búsqueda de pertenencia, se alza como una joya del cine de los 90, a menudo eclipsada por su popularidad y su atractivo infantil.
Terry Gilliam, el director detrás de esta aventura, aporta su sello distintivo: un estilo visualmente rico, con un diseño de producción exuberante y una estética que bebe de las caricaturas de Disney y las películas de aventuras clásicas. Gilliam no rehúye de los toques surrealistas y la cámara lenta, que en este contexto le sirven para resaltar la locura y la maravilla de la situación. Su dirección es magistral en la creación de la jungla, un universo vibrante y peligroso donde George se mueve con una gracia que desafía la lógica, pero que resulta profundamente cautivadora. La puesta en escena es teatral y casi operística, contribuyendo a la atmósfera única de la película.
La actuación de Brendan Fraser como George es, sin duda, el punto culminante de la película. Fraser se entrega por completo al papel, transmitiendo una mezcla perfecta de torpeza, ingenuidad y valentía. Su George es un personaje adorablemente inepto, pero también increíblemente optimista y bondadoso. La química entre Fraser y la actriz Diane Keaton, que interpreta a la ingenía y decidida Dra. Rogan, es palpable y añade una capa de profundidad a la historia. Keaton, a su vez, ofrece una interpretación brillante, equilibrando el sarcasmo y la ternura con maestría. Además, el reparto de voces, que incluye a Wayne Knight, Ron Perlman y Phil Hartman, aporta toques cómicos y memorables.
El guion, aunque basado en el personaje de radio original, es sorprendentemente inteligente. Más allá de las persecuciones y los obstáculos, la película explora el tema de la pérdida de la inocencia y la dificultad de adaptarse a un entorno desconocido. George, criado en la jungla, representa un espíritu libre y optimista que se encuentra desorientado y vulnerable en el mundo de la civilización. La película plantea preguntas sobre qué significa ser “civilizado” y si la pérdida de la naturaleza es inevitable. Aunque el ritmo puede ser desigual en algunos momentos, la historia es capaz de generar momentos de genuino humor y emoción, con un mensaje subyacente sobre la importancia de la amistad, la lealtad y la búsqueda de uno mismo.
En definitiva, “George de la jungla” es una película que supera las expectativas. Es una comedia ligera, sí, pero también una película con personalidad, con una dirección creativa y una actuación memorable. Es una película que, a pesar de su fecha de estreno, sigue siendo capaz de generar alegría y diversión, y que merece ser vista con una mente abierta y un espíritu aventurero.
Nota: 7.5/10