“Ghost for Sale” es, en esencia, una comedia de fantasmas con un corazón que, a pesar de sus esfuerzos, apenas logra salir de un estado de agria incomodidad. La premisa, con un equipo de “espantapájaros” amateur intentando salvar un parque de atracciones en ruinas mediante la manipulación de momias milenarias, tiene potencial para ser una experiencia divertida y ligeramente perturbadora. Sin embargo, la película termina siendo más un ejercicio de torpeza que de humor genuino, y su ejecución carece de la sutileza necesaria para realmente inquietar al espectador.
La dirección de Chan Yip-Ping es, a mi parecer, un punto débil importante. El ritmo es irregular, alternando entre momentos de tensión precaria y escenas de diálogo deliberadamente exageradas que no tienen ninguna finalidad real. El uso de la cámara a menudo se siente forzado, con tomas inusualmente cercanas y ángulos extraños que no sirven a ninguna función narrativa real, más allá de generar una sensación de desconcierto. A pesar de lo que se intenta, la película carece de un estilo visual distintivo, optando por una estética visual genérica que no ayuda a diferenciarla de otros thrillers de fantasmas con presupuestos limitados.
Las actuaciones son un punto a favor, aunque no compensen los problemas del guion y la dirección. Ricky Hui como el líder del equipo, Wai, transmite la desesperación y la vulnerabilidad de un hombre que está dispuesto a hacer cualquier cosa para salvar su trabajo. Sheila Chan Suk-Lan, como Mei, ofrece una presencia amenazante pero cómica, y Wilson Lam Jun-Yin aporta un alivio cómico constante. Ku Feng, en el papel del espectro más problemático, tiene un carisma natural que lo convierte en el personaje más interesante de la película, aunque su papel está subutilizado.
El guion, sin embargo, es el mayor problema. Las ideas son interesantes, pero la ejecución es terriblemente pobre. Diálogos artificiales, situaciones absurdas y un desarrollo de personajes superficial contribuyen a una experiencia general decepcionante. La trama se complica sin una justificación convincente, y los “efectos especiales” sobrenaturales son, en su mayoría, de baja calidad y poco creíbles. Se intenta jugar con el horror cósmico y las consecuencias de manipular fuerzas ancestrales, pero el resultado es una mezcla confusa de clichés y elementos de acción desprovistos de mérito.
En definitiva, “Ghost for Sale” es una película que promete más de lo que entrega. Ofrece un pequeño vistazo a un mundo de fantasmas y atracciones victorianas, pero termina siendo un intento fallido de crear una comedia de fantasmas memorable. La premisa es intrigante, las actuaciones son decentes y hay algunos momentos de humor, pero la dirección deficiente y el guion endeble frustran cualquier intento de generar una experiencia verdaderamente satisfactoria.
Nota: 4/10