Ghost: Rite Here Rite Now (2024)

‘Ghost: Rite Here Rite Now’ es un proyecto audaz y, en definitiva, un experimento cinematográfico que busca trascender los límites de lo tradicional. La película, grabada de manera in situ durante los dos conciertos del gigante del rock teatral Ghost en el Kia Forum de Los Ángeles, se erige como un testamento a su capacidad para fusionar la música en vivo con una narrativa que se nutre de su extenso universo de episodios web. El resultado, como anticipaba el director Nicholas Hirsh, es un tapiz complejo, y no me equivoqué. Esta no es una película para ser vista de manera casual; es una experiencia que requiere una conexión previa con la estética y la mitología de Ghost.

La dirección de Nicholas Hirsh es, en gran medida, impecable. La película no se limita a registrar las actuaciones; busca capturar la atmósfera, la energía y la teatralidad que caracterizan a los conciertos de Ghost. El uso del formato de concierto, con la cámara volando y grabando desde múltiples ángulos, funciona sorprendentemente bien, incluso si a veces el espectador se siente un poco abrumado por la inmersión. La banda, liderada por Papa Emeritus IV, despliega su espectáculo con un nivel de detalle y profesionalidad que supera con creces las expectativas. Sin embargo, la constante alternancia entre las imágenes en directo y las escenas narrativas a veces interrumpe el flujo de la experiencia, generando un desajuste que, si bien es intencionado, puede ser frustrante para el espectador que busca una narrativa más lineal.

El guion, escrito en gran parte por Papa Emeritus IV (Papa Emeritus III en la vida real), es deliberadamente peculiar y lleno de referencias a la extensa producción de la banda. A pesar de su naturaleza excéntrica, no carece de momentos de ingenio y humor negro. La película explora temas como la mortalidad, el deseo de inmortalidad y la naturaleza del engaño, todo envuelto en un envoltorio de locura musical y teatral. La inclusión de personajes conocidos de los episodios web – como el Profesor Lux y el Profesor Leyva – añade una capa de profundidad y familiaridad, aunque a veces sus motivaciones no están del todo claras, lo que contribuye al caos general de la trama. La historia, basada en el concepto de “Eternidad”, se complica con la llegada de nuevos personajes y la revelación de secretos ancestrales, todo ello justificado por la música. A veces el ritmo se siente desigual, y la película se pierde en una maraña de flashbacks y digresiones.

Las actuaciones musicales son, sin duda, el punto fuerte de la película. Ghost demuestra, una vez más, su dominio de la composición, la interpretación y la puesta en escena. La banda se mantiene en forma y las canciones son interpretadas con pasión y precisión. Además, el uso de efectos especiales y la banda sonora son impecables. El resultado es una experiencia visual y auditiva realmente inmersiva. Sin embargo, la película es más un ejercicio de fan service que una obra narrativa sólida, aunque el fervor de la banda y su audiencia se transfiere al público. En definitiva, 'Ghost: Rite Here Rite Now' es un experimento fascinante, pero que no llega a la perfección.

Nota: 6.5/10