Girls Town (1996)

“Girls Town” no es una película fácil de ver, ni pretende serlo. Aunjanue Ellis-Taylor, la veterana actriz, aporta una presencia imponente y un aura de sabiduría que contrasta sutilmente con la juventud y el caos emocional que envuelven a las tres protagonistas. La película, en esencia, es un estudio íntimo del dolor, de la pérdida y de las formas complejas que la amistad puede adoptar cuando se enfrenta a la adversidad. Y lo hace con una honestidad brutal y una sensibilidad que, a pesar de la tonalidad melancólica, evoca una sensación de esperanza latente.

La dirección de Jennifer Kayn es notablemente discreta, pero poderosa. No recurre a grandilocuencia ni a discursos explícitos. En cambio, confía en la fotografía, que utiliza una paleta de colores apagados y la iluminación natural para subrayar la atmósfera de aislamiento y soledad que permea las vidas de las jóvenes. Las escenas son largas, permitiendo que los silencios y las miradas expresen más que cualquier diálogo. Este ritmo pausado, si bien puede resultar lento para algunos espectadores, es fundamental para comprender la profundidad del trauma que las acecha. Kayn evita el sentimentalismo gratuito y se centra en los detalles más sutiles del comportamiento de las adolescentes, revelando sus miedos, sus inseguridades y sus momentos de vulnerabilidad.

Las actuaciones son el corazón de la película. Lili Taylor, Bruklin Harris y Anna Grace ofrecen interpretaciones sobresalientes. La química entre las tres actrices es palpable desde el principio, y la evolución de su amistad a lo largo de la narrativa es creíble y conmovedora. Taylor, con su experiencia, aporta un matiz de melancolía y reflexión, mientras que Harris y Grace logran transmitir la desesperación y la confusión propias de la adolescencia. La película evita los clichés del melodrama adolescente, optando por mostrar la amistad como un proceso complejo, lleno de conflictos, recelos y, en última instancia, de un apoyo incondicional. La tensión entre las tres jóvenes es constante, y la película explora con maestría la dificultad de comunicar el dolor y la necesidad de encontrar consuelo en otros.

El guion, co-escrito por Kayn, es inteligente y evita simplificaciones. La película aborda temas como la adicción, el abandono familiar y la dificultad de encontrar un propósito en la vida, pero lo hace de una manera natural y orgánica. La historia no busca ofrecer respuestas fáciles, sino más bien, mostrar cómo afrontar la pérdida puede ser un proceso personal y único. Se presta especial atención a la relación entre las tres amigas y a la manera en que se apoyan mutuamente para enfrentar sus problemas individuales. “Girls Town” no es un drama romántico, ni una comedia, sino un retrato realista y conmovedor de la amistad en un momento crítico de la vida. Es una película que permanece contigo mucho después de que terminan los créditos, generando una reflexión sobre la importancia de la comunidad y la fuerza que reside en los lazos que nos unen.

Nota: 8/10