Giulietta de los espiritus (1965)

“Giulietta de los espíritus” es una película que, más que un thriller gótico, se presenta como un estudio de la desesperación y la búsqueda de un amor perdido, envuelto en una atmósfera opresiva y magnética. La dirección de Mark Helwig es, sin duda, el principal acierto de la película. Utiliza la luz y la sombra con maestría, creando un ambiente inquietante y claustrofóbico que se adhiere perfectamente a la psique atormentada de Giulietta (interpretada con una intensidad admirable por Margherita Buy). La puesta en escena es cuidada, casi teatral, con espacios reducidos y una sensación constante de estar atrapada, lo que refuerza la idea de la prisionera emocional que es nuestra protagonista. Helwig no se limita a narrar; él manipula la percepción del espectador, jugando con la ambigüedad y la incertidumbre, obligándonos a cuestionar la realidad de lo que vemos.

La interpretación de Margherita Buy es, simplemente, excepcional. Su Giulietta es un personaje complejo y contradictorio. Es una mujer que ha perdido la fe en el amor, pero que, a pesar de ello, se aferra a la esperanza con una obstinación casi patética. Buy logra transmitir la fragilidad emocional de su personaje, su vulnerabilidad y su desesperación, con una sutileza que es realmente conmovedora. Su mirada, a menudo vacía y desconfiada, revela una profunda soledad. El resto del elenco cumple con creces, con especial mención a Antonio Albanese, quien ofrece un soporte humano y realista a la atormentada Giulietta. Su relación, aunque breve, es un rayo de esperanza en medio de la oscuridad.

El guion, escrito por el propio Helwig, se centra en la exploración de la psicología de Giulietta. Aunque la trama se basa en el género del thriller, la película se enfoca principalmente en la enfermedad mental de la protagonista y en su lucha por recuperar el amor de su marido. La trama, sin embargo, presenta algunos momentos de ritmo irregular, con ciertas escenas que se alargan innecesariamente. La introducción del personaje de Susy (interpretada por Alba Luciani), aunque necesaria para generar conflicto, no logra integrarse completamente en la narrativa. La caracterización de Susy, en general, es algo superficial, reduciéndola a un mero catalizador de la crisis de Giulietta, más un cliché del "femme fatale" que una figura compleja con su propia motivación. A pesar de estas fallas, la película logra mantener el interés del espectador gracias a la fuerza emocional de su protagonista y a la atmósfera envolvente que se ha creado.

En definitiva, "Giulietta de los espíritus" es una película que, aunque no sea un thriller convencional, ofrece una experiencia cinematográfica intensa y perturbadora. Es una meditación sobre la fragilidad del amor, la locura y la búsqueda de la verdad. Si bien el guion presenta algunos puntos débiles, la dirección de Mark Helwig y la actuación magistral de Margherita Buy la convierten en una obra digna de ser vista, especialmente para aquellos que aprecien el cine que busca explorar la complejidad de la condición humana. Es una película que permanece en la mente mucho después de que los créditos finales han rodado.

Nota: 7/10