Go for Sisters (2013)

“Go for Sisters” es una película que se aferra a la idea poderosa del vínculo fraternal, un lazo tan fuerte que puede resistir el tiempo y la distancia, pero que también puede ser una trampa, un refugio y un lastre a la vez. La película, dirigida con una sensibilidad palpable por Sam Pillsbury, explora la complejidad de la amistad entre Bernice y Fontayne, dos mujeres ligadas desde la infancia, pero cuya relación se ve fracturada por las circunstancias de la vida. La historia, aunque relativamente sencilla en su premisa, revela una profundidad emocional sorprendente, impulsada en gran medida por las actuaciones sólidas de sus protagonistas, Britt Robertson y Kelli Berglund.

Britt Robertson ofrece una interpretación convincente como Bernice, una mujer ambiciosa y algo reticente, que se ve forzada a salir de su zona de confort al asumir el puesto de oficial de la condicional en la prisión donde Fontayne, su amiga de la infancia, acaba de salir de prisión. Robertson transmite con precisión la tensión entre su deseo de ayudar a Fontayne y su propia lucha personal, una añoranza silenciosa por una vida que nunca logró alcanzar. Kelli Berglund, por su parte, interpreta a Fontayne con una autenticidad conmovedora. La actriz transmite la fragilidad y la desesperación de una mujer que ha perdido el rumbo, atormentada por la adicción y por el peso de sus errores pasados. Su interpretación es particularmente impactante en los momentos de vulnerabilidad, mostrando el dolor y la desesperación que oculta bajo una fachada de desafío.

El guion, aunque no es revolucionario en su estructura, se beneficia de diálogos honestos y realistas que exploran las complejidades de la amistad, el perdón y la redención. La película evita caer en clichés y estereotipos, presentando un retrato crudo y sin adornos de la lucha contra la adicción y de las dificultades inherentes a la rehabilitación. Se centra menos en la espectacularidad del drama y más en las conversaciones íntimas, los silencios incómodos y la gradual reconstrucción de la confianza entre las dos amigas. La trama se centra en el lento y arduo proceso de curación, destacando la importancia del apoyo mutuo y la aceptación de las propias imperfecciones. Sin embargo, la película podría haber profundizado un poco más en las razones que llevaron a Fontayne a caer en las drogas, ya que la película se centra más en su recuperación que en el análisis de sus problemas previos. La construcción del mundo de la prisión también se siente un poco superficial, aunque las escenas dentro de la cárcel son visualmente interesantes y cumplen su función narrativa.

A pesar de estas pequeñas carencias, “Go for Sisters” es una película emotiva y gratificante. Es un recordatorio poderoso del poder de la amistad, incluso cuando esta se ve amenazada por el tiempo y las circunstancias. La película se erige como un estudio sobre la capacidad de las personas para perdonarse y para cambiarse, siempre y cuando tengan un verdadero apoyo en sus vidas. El tono melancólico y el ritmo pausado, aunque puedan no ser del gusto de todos, contribuyen a crear una atmósfera de intimidad y autenticidad que hace que la historia sea memorable.

Nota: 7/10