“Golfo de alquiler” (Rent a Friend) es una comedia juvenil que, si bien no alcanza la perfección, ofrece un entretenimiento ligero y un retrato con algunas dosis de verdad sobre la prepotencia adolescente y las presiones familiares. La película se centra en Palmer Woodrow, un joven de clase alta, mimado y absolutamente sin motivación más allá de pasar el día. Su padre, al ver que su hijo se está convirtiendo en un inútil, le impone una condición para mantener su estilo de vida: asistir a la universidad en Europa. Ante la perspectiva de un futuro laboral incierto, Palmer recurre a la ayuda de Eddie Keaton, un joven con un pasado turbio y un fuerte deseo de saldar sus deudas, ofreciéndole un puesto en su viaje. La premisa, aunque simplista, es un punto de partida interesante para explorar temas como la responsabilidad, la autenticidad y la búsqueda de identidad.
La dirección de Mark Waters (Coraline, Funny or Die) es sólida y se centra en mantener el ritmo de la trama, evitando excesos de sentimentalismo o melodrama. Se centra en las situaciones cómicas y en el desarrollo de la dinámica entre Palmer y Eddie. Sin embargo, a veces, la comedia se queda en gags fáciles y carece de profundidad. La película se beneficia de la estética visual moderna y de una banda sonora vibrante que acentúan la atmósfera juvenil y desenfadada. No obstante, el ritmo podría haber sido más ágil en algunas partes, ralentizándose ligeramente durante los momentos de exposición.
Las actuaciones son un punto fuerte. Adam Payne, como Palmer, logra transmitir la arrogancia y la inmadurez del personaje, a veces con un toque de vulnerabilidad que humaniza su comportamiento. No obstante, la química entre Payne y Robert De Niro, quien interpreta al viejo amigo de Eddie, es un elemento clave para el éxito de la película. De Niro aporta un matiz de humor sutil y una experiencia vital que contrasta fuertemente con la actitud despreocupada de Palmer. El actor ofrece un papel relativamente secundario, pero lo aprovecha al máximo, aportando un aire de sabiduría y cansancio que complementa a los protagonistas jóvenes.
El guion, adaptado de una novela de la escritora Lynn Weingrad, presenta algunas carencias. Si bien la idea central es original, la evolución de los personajes no siempre está bien construida y algunas situaciones son un tanto forzadas. Se podrían haber explorado las motivaciones de Eddie con mayor profundidad, adentrándonos en su pasado y en las razones que lo llevan a aceptar el trabajo de Palmer. La película parece, a veces, tratar de abordar temas complejos como la explotación, la identidad y la familia, pero sin profundizar lo suficiente, dejando algunos temas en la superficie. En este sentido, el desarrollo del personaje de Eddie queda demasiado plano, convirtiéndose en el catalizador de la transformación de Palmer sin realmente mostrar el proceso.
En definitiva, “Golfo de alquiler” es una comedia juvenil agradable y entretenida, pero que no alcanza una gran altura. Es un film que se disfruta, sin grandes pretensiones, y que puede ser una opción para pasar un rato divertido. No obstante, su guion y su desarrollo de personajes podrían haber sido más cuidadosos y profundos.
Nota: 6/10