Golpe en la pequeña China (1986)

‘Golpe en la pequeña China’ (Shanghai Noon, 2000) no es simplemente un western con toques de comedia, sino una deliciosa y a menudo subestimada joya de la comedia de acción. La película, a primera vista, podría parecer una broma, pero bajo su superficie exuberante y aparentemente absurda, se esconde un guion sorprendentemente ingenioso y una dirección que logra equilibrar la acción, el humor y una cierta melancolía inesperada. Stephen Chow, en su papel de Jack Burton, personifica la esencia del personaje: un hombre simple, un poco torpe y totalmente fuera de lugar, que, por pura suerte y un sentido del humor peculiar, se ve envuelto en una aventura épica.

La dirección de Fred Farsworth y Wayne Wang es notablemente sutil. Evitan caer en la caricatura excesiva, permitiendo que la comedia fluya de manera orgánica a partir de las interacciones entre Jack y los personajes, especialmente Gong Li, que interpreta a la teniente Li. Se aprovecha al máximo el contraste entre el mundo rural y desorganizado de Jack y el ambiente glamuroso, aunque corrupto, de Chinatown. Las secuencias de acción, coreografiadas con una energía contagiosa por Woo-ping Chang, son visualmente impactantes y, crucialmente, se insertan en el flujo cómico. No son simplemente explosiones y disparos, sino momentos que se desarrollan a partir de la torpeza de Jack y las reacciones exageradas de los antagonistas.

La actuación de Chow es, sin duda, la piedra angular de la película. Su interpretación de Jack Burton es un triunfo de la comedia física y la entrega emocional. Logra transmitir la vulnerabilidad y el heroísmo del personaje de manera efectiva, y su química con Gong Li es palpablemente entretenida. La comedia física, aunque a veces un poco repetitiva, sirve para amortiguar las emociones subyacentes del personaje, sugiriendo una soledad y un anhelo de conexión que contrastan con su exterior desenfadado. La presencia de Jackie Chan como el jefe de los pistoleros, Chun, aporta una dinámica interesante al reparto y contribuye a la paleta de personajes excéntricos que conforman la película.

Aunque el guion se basa en tropos del género western y de la comedia de acción, logra darle un giro original al introducir el elemento de la magia y el mundo de los espíritus. Lo Pan, interpretado con un aura de melancolía y amenaza por Jet Li, es un villano memorable, aunque su motivación principal sea, en última instancia, simple. Sin embargo, el mundo que se le presenta a Jack es fascinante y añade una capa de complejidad a la trama. La película, en definitiva, es una celebración del humor absurdo, la amistad improbable y la capacidad de un hombre común para convertirse en un héroe, incluso si la mayor parte de su coraje reside en su torpeza.

Nota: 8/10