Granujas a todo ritmo (The Blues Brothers) (1980)

“Granujas a todo ritmo” (The Blues Brothers) es mucho más que una comedia policíaca, es una celebración del soul, el blues y la imprudencia juvenil con un toque de caridad. Dirigida magistralmente por John Landis, la película se erige como un monumento al exceso, la música vibrante y una coreografía que sigue siendo impresionante décadas después. Landis logra equilibrar a la perfección la acción frenética con momentos de humor desbordante, creando una experiencia cinematográfica inolvidable. Su dirección es notable en cómo integra la música en cada escena, no como simple banda sonora, sino como un personaje más, motor y catalizador de la trama.

Elwood Blues, interpretado con una exuberancia contagiosa por Jake Blues (John Belushi), es el corazón de la película y la fuerza motriz de su peculiar misión. Belushi entrega una actuación que mezcla la energía desenfrenada de un joven adulto con la astucia y el encanto de un estafador. Su química con Belushi es palpable, y juntos generan un dúo cómico imbatible. Sin embargo, el verdadero punto de inflexión llega con la aparición de Aretha Franklin. Su interpretación de “Think” es una joya, elevando la película a un nivel superior y consolidando la película como un clásico del cine musical.

La película no se basa únicamente en el humor físico y la música. El guion, co-escrito por Dan Aykroyd y Carl Reiner, presenta un desarrollo de personajes sorprendentemente sólido, a pesar del ritmo vertiginoso de la historia. La trama, centrada en la reubicación de un orfanato, añade un componente moral que, aunque secundario, le da a la película una dimensión que va más allá del simple entretenimiento. La persecución policial, coreografiada con una maestría inigualable, se convierte en un torbellino de acción y música, culminando en un final espectacular y memorable. La banda sonora, compuesta principalmente por músicos del blues, soul y R&B, es un elemento fundamental del éxito de la película. Cada tema se integra perfectamente en la narrativa, elevando la experiencia visual y auditiva.

A pesar de la exuberancia general, “Granujas a todo ritmo” no carece de matices. Algunos diálogos, en particular aquellos protagonizados por Belushi, a veces son un poco forzados. No obstante, estos pequeños defectos son fácilmente perdonados gracias a la energía imparable y el encanto irresistible de la película. La película celebra la importancia de la comunidad, la justicia social y la libertad de expresión, todo ello envuelto en un envoltorio de comedia y música que es absolutamente irresistible. Es un trabajo de equipo impecable, donde cada actor, músico y técnico contribuye al éxito global de la película.

Nota: 8.5/10