Gremlins 2: La nueva generación (1990)

‘Gremlins 2: La nueva generación’ es, sin duda, una película que invita a la nostalgia tanto por su reaparición de los adorados demonios peludos, como por su propia naturaleza peculiar. Años después de la original, Chris Columbus, quien regresó a la dirección, se enfrenta a la monumental tarea de mantener la magia de 1984 mientras expande el universo Gremlin y le da un giro, quizás un poco forzado, a la historia. La película no busca reinventar la rueda, sino honrar el espíritu de su predecesora, y en ese sentido, cumple con un nivel aceptable, aunque con algunas fallas notables.

La película se centra en el hijo de Billy, Zach, un adolescente (Corey Feldman, que vuelve a interpretar el papel) que recibe en Navidad a un Gremlin llamado Gizmo 2. La trama, aunque predecible, sirve de base para una secuencia de caos y destrucción que, en su esencia, recuerda a la original. El reparto secundario, incluyendo a Sean Astin y Polly J. Walker, aporta un toque de dinamismo y humor, pero la historia se centra demasiado en el desarrollo del caos, relegando un poco la profundidad de los personajes. El guion, bajo la dirección de regresión de Christopher Columbus, se siente un tanto apresurado, con diálogos que a veces carecen de ingenio y situaciones que, aunque visualmente llamativas, no siempre tienen el impacto que merecen. La historia se siente como si hubiera sido recortada para ajustarse a una duración que, a veces, la hace perder ritmo.

La dirección de Columbus es competente. Hay momentos de genuina diversión y algunos efectos especiales, ahora datados, que aún conservan cierta encanto. La película se beneficia de una Nueva York contemporánea, que proporciona un telón de fondo vibrante y, en algunos momentos, sirve de escenario para coreografías de destrucción impresionantes. Sin embargo, la película parece estar atrapada entre el deseo de ser un éxito comercial y la responsabilidad de mantener la esencia de la película original. La comedia, a veces, se siente forzada y el horror, aunque presente, es más ligero que en la primera entrega. Las secuencias de acción, aunque bien ejecutadas, pierden fuerza al no estar conectadas con los personajes de manera significativa.

A pesar de sus defectos, ‘Gremlins 2: La nueva generación’ es un producto entretenido, especialmente para aquellos que crecieron con la original. La nostalgia juega un papel fundamental en su éxito, y la presencia de los mismos actores regresa y ofrece momentos de reconocimiento. Sin embargo, no alcanza la calidad de la primera película, que posee un equilibrio perfecto entre humor, terror y un mensaje moral subyacente que, en esta secuela, parece más relegado a un segundo plano. Es una película para disfrutar, pero con las expectativas bien gestionadas. No es un clásico, pero tampoco es una decepción total.

Nota: 6/10