Gru 2. Mi villano favorito (2013)

“Gru, mi villano favorito 2” no es simplemente una secuela; es una celebración del absurdo, un festín visual y una reafirmación de que incluso los criminales más elaborados necesitan un compañero leal y una buena dosis de caos. Universal, y sobre todo Illumination, han vuelto a demostrar su maestría en la animación y en la construcción de personajes entrañables, aunque esta entrega se siente un tanto menos impactante que la original.

La dirección de Steve Carell, que también interpreta a Gru, es, como siempre, impecable. Carell aporta una notable vulnerabilidad a su personaje, explorando la lucha interna de Gru por reconciliar su pasado como villano con su deseo de ser un padre de familia. La película se siente más centrada en la dinámica familiar de Gru, lo que añade una capa de emoción que se había diluido un poco en la primera película. Las secuencias de acción son, por supuesto, espectaculares, con una coreografía de explosiones y persecuciones que desafían la gravedad y la lógica, pero lo que realmente destaca es el ritmo, que se mantiene bastante constante gracias a la constante introducción de nuevos desafíos para Gru y los Minions.

El reparto de voces está, de nuevo, a la altura. El equipo de Minions sigue siendo la joya de la corona. Su energía inagotable y su capacidad para complicar las cosas de la forma más divertida posible son inigualables. Stuart, Kevin y Bob continúan siendo personajes memorables, cada uno aportando su propia personalidad al caos general. Pero esta vez, la trama introduce a Silvia, interpretada por incorpora de Reese Whiters, que aporta un aire de sofisticación y ambición al mundo de Gru. Su personaje, al principio, parece ser una amenaza, pero finalmente se convierte en una aliada inesperada, añadiendo una dimensión interesante a la historia.

En cuanto al guion, aunque la premisa central de robar la Luna, a pesar de parecer una idea recurrente, se mantiene fresca y entretenida, la historia se siente un poco menos original que la primera. Los gags están presentes y la comedia es, en su mayoría, efectiva, pero algunos momentos se sienten predecibles y la trama central carece de la misma profundidad emocional. La película se apoya más en el ritmo frenético y las situaciones cómicas para mantener al público enganchado, sacrificando un tanto la construcción de un conflicto central más elaborado.

Sin embargo, es innegable que “Gru, mi villano favorito 2” es una película visualmente impactante y repleta de momentos memorables. La animación es vibrante y detallada, y las escenas de acción son simplemente espectaculares. Además, la película ofrece un mensaje sutil sobre la importancia de la familia y la aceptación, lo cual añade un valor adicional a la experiencia cinematográfica. Si bien no alcanza la cima de la original, es una secuela sólida y entretenida que complacerá a audiencias de todas las edades.

Nota: 7/10