Gru 3. Mi villano favorito (2017)

“Gru 3. Mi villano favorito” es una secuela que, a pesar de sus evidentes propulsores de merchandising y la necesidad de mantener la franquicia a flote, logra un equilibrio interesante entre la comedia familiar, el desarrollo del personaje y, sorprendentemente, un toque de ambición narrativa. La película se centra en el desastre que Gru causa al liberar a Balthazar Bratt, un niño que, tras la pubertad, se convierte en un supervillano obsesionado con la fama y el caos. Este evento desencadena una serie de complicaciones para Gru, que se ve obligado a reevaluar su vida, su familia y su papel en el mundo. La premisa inicial, aunque algo rebuscada, genera un interesante conflicto interno en Gru, que lucha con la idea de regresar a su pasado criminal para evitar que Bratt cause un daño aún mayor.

La dirección de Steve Carell y Chris Renaud mantiene un ritmo ágil y visualmente atractivo, sumergiéndose en el universo de Despicable Me con una maestría habitual. Se aprecia una mayor libertad creativa en la ambientación, con secuencias de acción y persecuciones que son más elaboradas y efectivas que en las entregas anteriores. La película despliega escenarios vibrantes y coloridos, recordando la estética kitsch de los años 80, y la animación, como siempre, es impecable. Sin embargo, el manejo del color, especialmente en las escenas de Bratt, a veces se siente un poco exagerado, llegando a ser visualmente abrumador. No obstante, es un pequeño detalle que no resta valor al conjunto.

El núcleo de la película reside en el desarrollo del personaje de Gru. Dan Aykroyd, como el hermano gemelo Dru, aporta una dimensión cómica sorprendente y un contrapunto interesante a la personalidad de Gru. El guion explora la dinámica familiar de una manera nueva y, aunque a veces la comedia resulta un tanto estereotipada, se permite profundizar en el tema de la responsabilidad y las consecuencias de las acciones pasadas. La relación entre Gru y Dru es el corazón de la película, ofreciendo momentos genuinamente divertidos y emotivos. La trama, en general, se beneficia de un ritmo bien definido, con un equilibrio entre las situaciones cómicas y los momentos de tensión. La inclusión de nuevos personajes secundarios, como el gato Max, es positiva, aportando alivio cómico y añadiendo profundidad a la dinámica familiar.

Aunque la película no llega a ser una obra maestra cinematográfica, "Gru 3. Mi villano favorito" cumple con su cometido como una divertida y entretenida comedia familiar. Logra mantener el espíritu de la franquicia, a la vez que explora nuevas dinámicas y personajes. La película, en definitiva, es un triunfo de la animación por ordenador y una agradable dosis de nostalgia. Es una película que seguramente complacerá a los niños y que, para los fans de la saga, ofrecerá un disfrute considerable.

Nota: 7/10