Guardaespaldas y Asesinos (2009)

“Guardaespaldas y Asesinos” (1991) no es simplemente una película de acción, sino un estudio sobre el sacrificio, la lealtad y el peso de la responsabilidad. Dirigida con una eficiencia casi militar por John Woo, la cinta logra condensar un concepto audaz – un hombre protegido por una docena de guardaespaldas contra una plétora de asesinos – en una experiencia visualmente impactante y emocionalmente resonante. Woo, conocido por su maestría en las escenas de acción, se aleja de la exageración que a veces define su filmografía, optando por un ritmo más deliberado y un enfoque en las dinámicas humanas entre los personajes.

La dirección es, sin duda, el punto fuerte de la película. Las coreografías de acción son excepcionales, especialmente considerando la época y el número de personajes involucrados. Woo demuestra una habilidad notable para crear escenas de lucha coreografiadas y fluidas que no son solo espectaculares, sino que también se integran perfectamente en la narrativa, revelando el costo físico y emocional de la protección. La película se toma su tiempo para construir la tensión antes de liberar la furia de las escenas de combate, aprovechando el claustrofóbico ambiente de la ciudad y la desesperación creciente de los protagonistas. Las tomas aéreas y las maniobras espectaculares, aunque abundantes, se utilizan con moderación y sirven para enfatizar la escala del peligro.

La película cuenta con un elenco carismático y convincente. Andy Lau, como el protagonista, lo hace con una mezcla de vulnerabilidad y determinación. Su interpretación, a pesar de la intensidad de la situación, transmite una humanidad palpable que ancla la película a un nivel más profundo. La profundidad de las actuaciones se extiende a todo el elenco de guardaespaldas, cada uno con su propia historia y motivaciones. Estos no son simplemente hombres de acción, sino individuos que han abandonado sus vidas para dedicarla a proteger a un hombre que, en cierto modo, no conocen. Las relaciones entre ellos son complejas, a veces tensas, pero siempre teñidas de un sentido de camaradería y deber.

Sin embargo, el guion, aunque sólido, no llega a la altura de la dirección y las actuaciones. La trama se centra casi exclusivamente en la persecución y los tiroteos, a veces sacrificando la profundidad narrativa. Algunos diálogos son un tanto clichés y las motivaciones de algunos antagonistas son un poco superficiales. No obstante, la película logra crear un ambiente de suspense sostenido y un sentido de urgencia convincente. La película explora de forma sutil pero efectiva el tema de la lealtad: ¿hasta dónde estarías dispuesto a llegar para proteger a alguien? ¿Y qué precio pagarías por esa lealtad?

En definitiva, “Guardaespaldas y Asesinos” es una película de acción grandiosa, visualmente impactante y con un fuerte componente emocional. A pesar de algunas fallas en el guion, la dirección magistral y las actuaciones sólidas la convierten en una experiencia cinematográfica memorable. Es un homenaje a la valentía y la protección, con un enfoque especial en los sacrificios que se hacen en nombre de un ideal.

Nota: 7.5/10