Hablando con Él (2016)

“Hablando con Él” no es solo una película sobre un trágico evento, sino un retrato profundamente humano de la resiliencia y la búsqueda del significado en medio de la tragedia. La película, dirigida con sensibilidad por Clint Eastwood, se centra en Rachel Joy Scott, la primera víctima del tiroteo de Columbine, y nos presenta su vida antes y después del impacto devastador que sufrió. Eastwood logra, sin caer en sentimentalismos baratos, construir una narrativa que recuerda la importancia de la empatía, la compasión y la capacidad de perdonar, incluso en las circunstancias más extremas.

El guion, adaptado de la autobiografía de Rachel Joy Scott, es, en general, sólido. La película se centra en la formación de Rachel, mostrando su carácter bondadoso y su deseo de hacer el bien a los demás, particularmente hacia los marginados y los que sufren. La película no intenta juzgar a los perpetradores ni a las motivaciones detrás del ataque, sino que se concentra en el impacto psicológico del trauma en la vida de Rachel y su lento pero constante camino hacia la curación. Hay algunos momentos donde la narrativa se vuelve un poco repetitiva en la presentación de sus intentos de ayudar a otros, pero esto se compensa con la fuerza emocional de las escenas que realmente logran conectar con el espectador. Se echa de menos una mayor exploración de la sociedad que permitió que un evento tan horrendo ocurriera y de la complejidad de la reacción inicial de la comunidad, pero esta elección narrativa permite un enfoque más íntimo y personal.

Las actuaciones son, sin duda, el punto fuerte de la película. Elle Fanning, en su debut en un papel principal, ofrece una interpretación admirablemente sutil y conmovedora. Fanning logra capturar la inocencia y la vulnerabilidad de Rachel, así como su creciente determinación para mantenerse fiel a sus valores después de la tragedia. La película cuenta también con el apoyo de un reparto secundario excelente, que contribuye a la credibilidad de la narrativa. James Gandolfini, en su última aparición en pantalla, ofrece una actuación memorable como el padre de Rachel, un hombre que lucha por mantener la esperanza y el amor ante la devastación. Su presencia es crucial para el desarrollo emocional de la película.

Clint Eastwood demuestra su maestría al dirigir un drama social complejo. Su estilo, caracterizado por su sobriedad y su enfoque en los personajes, es el adecuado para contar esta historia. La película evita caer en el sensacionalismo y se centra en la humanidad de Rachel y la importancia de sus actos de bondad. La fotografía es discreta pero efectiva, utilizando la luz y la sombra para reflejar el estado emocional de los personajes. El uso de la música es minimalista y contribuye a la atmósfera de la película. La película no ofrece respuestas fáciles, pero sí plantea preguntas importantes sobre la naturaleza humana, la violencia y la capacidad de redención.

“Hablando con Él” es un recordatorio poderoso del impacto devastador de la violencia, pero también un testimonio de la fuerza del espíritu humano y la importancia de mantener la esperanza, incluso en los momentos más oscuros. Es una película que te invita a reflexionar y a cuestionar tus propios valores.

Nota: 8/10