Hairspray (2007)

“Hairspray” no es simplemente un musical, es una celebración vibrante y contagiosa de la cultura pop y la lucha por la inclusión. Este remake del controvertido musical de John Waters, dirigido magistralmente por Adam Shankman, logra capturar la esencia original al tiempo que inyecta una vitalidad y un sentido del humor que lo hacen accesible a un público moderno. La película no se limita a adaptar la historia, sino que la reinventa, manteniendo la crítica social implícita en la trama sin perder la capacidad de entretener.

El guion, adaptado de manera inteligente por screenzwriters Marc Silverberg y Tom O'Brien, se centra en la protagonista, Tracy Turnblad, interpretada de manera impecable por Nikki Tandy. Tracy es un personaje con el que es fácil conectar; su ambición, su inquebrantable fe en sí misma y su deseo de ver a la gente diversa representada en el programa de baile son verdaderamente inspiradores. La película aborda temas como el racismo, la discriminación y la importancia de desafiar las normas sociales con una sensibilidad notable, sin caer en sermones gratuitos. La trama, aunque a veces un poco predecible, está bien construida y mantiene al espectador enganchado gracias a sus giros y sus momentos de comedia. La inclusión de personajes secundarios, como los Hermanos Spoken, contribuye a enriquecer la historia y a aportar matices a la trama.

La dirección de Shankman es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. El ritmo es ágil, las escenas de baile son espectaculares y llenas de energía, y la banda sonora, compuesta por Marc Anthony y Steve Lutzetter, es, como era de esperar, irresistible. Las secuencias de baile son un verdadero espectáculo, con coreografías elaboradas y una puesta en escena que recuerda a los programas de televisión de los años 60. La película evoca con precisión la estética de la época, desde la vestimenta hasta la música, creando una atmósfera inmersiva y nostálgica.

Las actuaciones son, en general, excelentes. Sia Carey, como Corny Collins, aporta un encanto y una carismática humanidad a su personaje, mientras que Marissa Jaret-Zapata se desenvuelve a la perfección como Velma Von Tussle, la rival de Tracy. Sin embargo, es Nikki Tandy quien realmente brilla, capturando la esencia de la protagonista: una chica optimista, decidida y con una fuerte brújula moral. Su transformación a lo largo de la película es convincente y su interpretación es capaz de evocar tanto la vulnerabilidad como la determinación de Tracy. El maquillaje y la vestimenta son, de nuevo, impecables, contribuyendo a la autenticidad visual de la película.

A pesar de algunas fórmulas propias de un musical, "Hairspray" logra trascender la simple adaptación y ofrece una experiencia cinematográfica estimulante y gratificante. Es una película divertida, emotiva y con un mensaje positivo que celebra la diversidad y la importancia de luchar por los sueños. Una película que te deja con una sonrisa en la cara y una sensación de optimismo.

Nota: 8/10