Hansel y Gretel: El cuento (2002)

“Hansel y Gretel: El Cuento” es una película que, a pesar de su innegable atractivo visual, no logra consolidarse como una joya cinematográfica. Se intenta ser una reinterpretación oscura y sombría del clásico cuento, y en algunos aspectos, lo consigue, pero en general, la película ofrece una experiencia visualmente atractiva pero narrativamente ligera. La dirección de Henk Helder, aunque competente, carece de la audacia y el riesgo que harían que la película destacara realmente. Su enfoque se centra en la ambientación y la estética, creando un Bosque Mágico que es, sin duda, el punto fuerte de la película. Las imágenes son hermosas, llenas de detalles, y la iluminación es especialmente notable, utilizando sombras y colores para generar una atmósfera inquietante y, a veces, incluso macabra. Sin embargo, esta apuesta por la belleza visual a menudo se convierte en un pretexto para justificar la falta de profundidad en la trama.

Las actuaciones son sólidas, pero no particularmente memorables. Jeremy Irons se desenvuelve con cierta sutileza en el papel de la bruja “comeniños”, interpretando su malicia con una frialdad calculada. La joven Eva Alorillo, como Hansel, y Jacob Tremblay como Gretel, ofrecen interpretaciones convincentes para su edad, pero la falta de desarrollo de sus personajes limita su impacto emocional. La química entre los niños es, en general, correcta, aunque su relación no explora suficientemente las dinámicas familiares y los lazos fraternales que son tan centrales al original cuento. La madrastra, interpretada por Gemma Arterton, es un personaje que podría haber sido más desarrollado, su motivación no está del todo clara y su antagonismo no se siente tan palpable como debería.

El guion es, sin duda, el mayor problema de la película. Se siente como un simple relato con demasiados clichés y una lógica cuestionable. La resolución de los conflictos es a menudo demasiado rápida y simplificada, y los momentos de tensión no logran generar el impacto deseado. Se recurre a la sobreexposición en la explicación de los motivos de los personajes, dejando que la magia del cuento se diluya. A pesar de intentar añadir elementos de fantasía y aventura, el guion nunca logra trascender la superficie, restando importancia al desarrollo de la historia y a la exploración de temas como la pobreza, el abandono y la valentía. La película se enfoca más en el espectáculo visual que en la sustancia narrativa.

No obstante, es importante reconocer que la película tiene su valor. Ofrece un entretenimiento decente para un público infantil y familiar, y la ambientación visualmente impactante es un atractivo importante. Sin embargo, para los amantes del cine, “Hansel y Gretel: El Cuento” es una decepción. La falta de originalidad, la trama superficial y el guion previsible no logran convertirla en una experiencia inolvidable. En definitiva, es una película que se olvida rápidamente después de salir del cine.

Nota: 6/10