Harchi Khoda Bekhad (2010)

“Harchi Khoda Bekhad” (El secreto de la memoria) es un ejercicio de introspección cinematográfica que, a pesar de su aparente sencillez inicial, se revela como una exploración profunda y perturbadora de la pérdida, el duelo y la búsqueda de la verdad. La película, dirigida por Pouria Poursorkh y protagonizada por Taraneh Alidoosti, construye un ambiente de tensión sutil y claustrofóbico en la paradisiacal isla de Kish, un lugar que, paradójicamente, se convierte en un escenario de gran alienación para los personajes. La elección de Kish, un símbolo turístico de lujo y modernidad, contrasta fuertemente con la desesperación emocional que se desata en sus calles, generando un efecto inquietante y amplificando la sensación de aislamiento.

La película no se centra en un drama explosivo o en un thriller convencional. La fuerza de “Harchi Khoda Bekhad” reside en su lentitud deliberada y en la forma en que se revelan los personajes y sus motivaciones. La actuación de Taraneh Alidoosti como la joven protagonista es magistral; logra transmitir una vulnerabilidad palpable, un dolor silencioso y una creciente determinación a medida que la trama se complica. Su interpretación es sutil pero poderosa, y se erige como el centro gravitatorio de la historia. Pouria Poursorkh, también director, construye un diálogo interno rico y complejo a través de miradas y gestos, evitando el exceso de explicaciones y permitiendo que el espectador complete los espacios en blanco con su propia experiencia.

La inclusión de Arjang Amirfazli, quien interpreta a un misterioso personaje que emerge en la isla, añade una capa de intriga y ambigüedad a la trama. Su presencia no es solo un elemento de conflicto, sino un catalizador para las reflexiones de los protagonistas y para el espectador. La película, aunque a veces lenta, es capaz de mantener la atención gracias a una dirección con un ojo meticuloso y a una atmósfera opresiva que se infiltra en cada escena. El sonido, cuidadosamente seleccionado, juega un papel crucial en la creación del ambiente, enfatizando el silencio, los murmullos y las inquietantes distorsiones auditivas que sugieren la presencia de algo oculto. El guion, coescrito por Alidoosti, se centra en la exploración de la memoria fragmentada y la dificultad de confrontar el pasado, elementos que resuenan profundamente con las experiencias humanas universales. No se trata de resolver un misterio como tal, sino de mostrar cómo las preguntas sin respuesta pueden persistir en el alma.

Sin embargo, el ritmo pausado podría no ser del gusto de todos los espectadores, y la falta de detalles concretos sobre la muerte de los padres puede resultar frustrante para algunos. No obstante, la película logra transmitir una sensación de incomodidad existencial que perdura mucho después de que las imágenes parpadean en la pantalla. Es una obra que exige una lectura atenta y que recompensa la paciencia del espectador con una experiencia cinematográfica memorable.

Nota: 8/10