“Hardbodies 2” no es una obra maestra de la narrativa cinematográfica, ni busca pretenderlo. Es, en esencia, una comedia erótica de bajo presupuesto que se vale de situaciones cómicas y visualmente estimulantes para, digamos, entretener. La película, liderada por un equipo de filmación estadounidense en busca de un escenario exótico y, aparentemente, una buena oportunidad para las actrices, se instala en el sol y el mar de Grecia, creando un ambiente que, sin duda, juega a su favor. La dirección de Robert Ellis tiene un claro enfoque en la estética y la puesta en escena, con planos de gran formato que resaltan la belleza del paisaje griego y, por supuesto, las figuras femeninas que se encuentran en el centro de la acción. Se nota una cierta intención de crear imágenes llamativas, sin necesidad de recurrir a la volubilidad o a la explícita inmoralidad; la sensualidad se consigue a través del encuadre, la iluminación y la composición. Sin embargo, la dirección, a pesar de su apuesta por la belleza visual, carece de una visión más profunda. La película se mueve con una torpeza que a veces es evidente, y las situaciones, aunque divertidas en su superficie, no se desarrollan con una construcción argumental que les otorgue un peso real. La trama, en su mínima expresión, se centra en los problemas que surgen al intentar producir una película de comedia erótica con un presupuesto limitado y un elenco de actores con diferentes personalidades. Estos conflictos se manifiestan en las interacciones entre los miembros del equipo y las actrices, generando momentos cómicos ocasionales, pero sin un hilo conductor que impulse la narrativa hacia adelante. En cuanto a las actuaciones, el elenco es un mosaico de rostros conocidos, algunos con el mérito de portar mejor sus roles que otros. La actriz principal, Chloe Bennett, demuestra una cierta carisma y habilidad para sacar provecho a las situaciones cómicas. El resto del elenco, sin embargo, se ve a menudo relegado a personajes secundarios con poca profundidad, cuyo desarrollo es prácticamente inexistente. La comedia reside, en gran medida, en los diálogos, a menudo clichés y situaciones inverosímiles que buscan generar risas fáciles. No obstante, las interpretaciones, aunque entretenidas, no logran trascender la función de accesorio para la comedia visual. El guion, sin duda, es el punto más débil de “Hardbodies 2”. La trama es predecible, las situaciones son exageradas y los diálogos, como ya se ha mencionado, carecen de ingenio y originalidad. Se busca la comedia a expensas de la inteligencia narrativa, y el resultado es una película que se olvida rápidamente después de la proyección. La película parece consciente de sus limitaciones y se conforma con ofrecer un entretenimiento ligero y sin pretensiones, una opción para una noche de cine sin grandes aspiraciones. El final, en particular, se siente apresurado y un poco forzado. La película no busca dejar una impresión duradera; simplemente busca ofrecer una distracción rápida y superficial.
Nota: 5/10