“Hardcore Henry” no es una película para apreciar con la cabeza, sino para sentirla en cada poro. Esta experiencia visceral, filmada enteramente en primera persona, te sumerge en un torbellino de violencia brutal, adrenalina y un misterio que, aunque no del todo satisfactorio, mantiene al espectador cautivo. La película, dirigida por David Morrell, rompe radicalmente con las convenciones del género de acción, ofreciendo una perspectiva única y desconcertante que, a pesar de su premisa absurda, logra generar un impacto considerable.
La experiencia de primera persona es, sin duda, la mayor virtud y al mismo tiempo la mayor debilidad de la película. Inicialmente, puede resultar desconcertante y, para algunos, incluso nauseabunda. Pero con el tiempo, la cámara incansable se convierte en un miembro más del equipo de Henry, transmitiendo su desesperación, su confusión y su incesante voluntad de sobrevivir. Morrell es inteligente al no ofrecer explicaciones, dejando al espectador interpretar los detalles y las motivaciones. El ritmo implacable, acompañado de una banda sonora electrónica frenética, contribuye a la sensación de que no hay respiro, que Henry está constantemente en peligro. Sin embargo, la utilización constante de la cámara en movimiento, incluso en los momentos más caóticos, puede resultar fatigante y disminuir la intensidad de ciertas escenas. La fotografía, aunque estilizada y en constante movimiento, es crucial para crear el efecto de inmersión y es, en general, excelente, aunque la saturación de colores en algunas escenas resta realismo.
Las actuaciones son sólidas, con Sharlto Copley como Jimmy aportando un matiz de cinismo y paranoicos que contrasta con la determinación física de Henry (Jai Courtney). Courtney, aunque con un papel que exige una gran carga física y emocional, logra transmitir la fragilidad y el dolor de un hombre que ha perdido todo. Danila Kozlovsky, como Akan, entrega una interpretación amenazante y calculadora, sin caer en clichés de villanos simplistas. Si bien la trama es intrincada y ofrece giros interesantes, el guion se centra principalmente en la acción y, a veces, sacrifica la profundidad narrativa. La justificación de algunos eventos y personajes podría haberse enriquecido, aunque la simplicidad de la historia es, en última instancia, parte de su atractivo. La película explora temas de memoria, identidad y la naturaleza de la violencia, pero de manera más simbólica que explícita.
“Hardcore Henry” no es un hito cinematográfico en términos de guion complejo o desarrollo de personajes. Sin embargo, sí es un experimento audaz y estimulante que explora la narrativa a través de un formato radical. La película es un recordatorio de que el cine puede ser, y a veces debe ser, una experiencia visceral y desafiante. Se atreve a romper las reglas y, aunque no siempre lo logra con perfección, su ambición y su ejecución, por lo que es un valor añadido. Es una película que te deja exhausto pero también fascinado.
Nota: 7/10
