Harvey Putter and the Ridiculous Premise (2010)

“Harvey Putter and the Ridiculous Premise” es, en esencia, un experimento cinematográfico. La premisa, la de ser personajes dentro de un libro en el que el final está siendo escrito, es tan inherentemente improbable que podría haber resultado en un desastre absoluto. Sin embargo, gracias a la dirección audaz de Daniel Peterson y un guion sorprendentemente inteligente, la película se erige como una pequeña maravilla de la comedia de fantasía, aunque no exenta de algunas fallas.

Daniel Peterson demuestra ser un director con un control notable del ritmo y la tonalidad. No se adormece en el absurdo, sino que lo explota al máximo, con momentos de humor pastelón intercalados con secuencias de acción ligeramente sorprendentes. La película se mantiene fresca y entretenida, evitando caer en la caricatura o la repetición. El uso de la cámara es dinámico, capturando el frenesí del universo ficcional y, a la vez, destacando la inocencia y la vulnerabilidad de Harvey Putter, interpretado con una genuina ternura por Kiran Shah. Shah se muestra particularmente convincente como un mago novato luchando por comprender su nueva y extraña realidad, transmitiendo el miedo y la frustración de un personaje atrapado en un ciclo sin fin.

Bryce Cone, que interpreta a un personaje secundario esencial para el desarrollo de la trama, aporta un alivio cómico bien medido y una química interesante con Shah. Su personaje, aunque no particularmente complejo, sirve para profundizar en el dilema de los personajes, planteando preguntas sobre la libertad, el destino y el valor del arte. El guion, en su mayoría, se beneficia de un humor inteligente y de diálogos que, a pesar de la naturaleza fantástica de la historia, conservan un aire de realismo y naturalidad. Sin embargo, es cierto que la trama se vuelve algo confusa en ciertos momentos, especialmente cuando intenta explicar la mecánica del proceso de escritura del libro. Algunas de las subtramas, aunque interesantes, se ven relegadas a un segundo plano, perdiendo así su impacto potencial.

La película no pretende ser un hito de la ciencia ficción ni un drama trascendental. Más bien, busca ofrecer una experiencia lúdica y estimulante para el público que aprecia el humor inteligente y la fantasía creativa. Los efectos visuales son modestos pero efectivos, contribuyendo a la creación de un mundo ficticio vibrante y lleno de detalles. El sonido, aunque no destaca particularmente, acompaña adecuadamente las escenas de acción y la atmósfera general de la película. En definitiva, “Harvey Putter and the Ridiculous Premise” es una apuesta audaz que, contra todo pronóstico, funciona sorprendentemente bien. Un ejemplo refrescante de cómo un concepto tan ridículo puede convertirse en una experiencia cinematográfica genuinamente entretenida.

Nota: 7/10