Hasta que las nubes pasen (1946)

“Hasta que las nubes pasen” (Until the Clouds Roll By) es una biografía musical de Jerome Kern, el compositor que, a menudo eclipsado por figuras más populares de la época, merece ahora una cinta que le haga justicia. La película, dirigida con una sensibilidad notable por Robert Mendes y James Warhola, no se limita a presentar una cronología de sus obras; se sumerge en la vida del hombre detrás de la música, revelando un artista complejo, apasionado y, a veces, atormentado por el éxito y las expectativas.

La película se estructura en torno a varios números musicales icónicos de Kern: “Believe It,” “Yes! I Do,” “Songbook” y, por supuesto, “Till the Clouds Roll By.” Pero lo que distingue a esta biografía es su elección de mostrar la creación de estas canciones, no solo como finales musicales, sino como el resultado de un proceso de intensa búsqueda creativa. Ver a Kern, interpretado con una gran delicadeza por Ethan Hawke, luchando con sus colaboradores, enfrentando las críticas de la industria y, sobre todo, intentando plasmar su visión musical en cada nota, es profundamente revelador. La película no rehúye de mostrar los desafíos de Kern como un inmigrante en un mundo musical dominado por hombres, y la película logra transmitir, con sutileza pero firmeza, las barreras de género y las presiones sociales que enfrentó.

La dirección de Mendes y Warhola se aprecia en la forma en que integran la música en la narrativa. Los números musicales son deslumbrantes, con coreografías elegantes y arreglos orquestales impresionantes. La banda sonora, cuidadosamente seleccionada, es una joya en sí misma, y no se limita a ser un mero acompañamiento; es un personaje más de la película, expresando las emociones y los conflictos de los personajes. Hawke ofrece una interpretación conmovedora y matizada de Kern, capturando tanto su genialidad musical como sus dudas y frustraciones. El reparto de apoyo, incluyendo a Olivia Munn como la joven Ruth Cheney, la esposa de Kern, ofrece interpretaciones sólidas y convincentes.

Sin embargo, la película no está exenta de algunos defectos. A veces, el ritmo puede ser un poco apresurado, saltando entre épocas y personajes sin suficiente profundidad. Algunas escenas podrían haber sido desarrolladas con más detalle, especialmente aquellas centradas en las tensiones en el ámbito familiar de Kern. No obstante, la película logra transmitir la esencia de un artista que, a pesar de sus dificultades, dejó un legado musical invaluable. “Hasta que las nubes pasen” no es solo un biopic musical; es una carta de amor a la música y un homenaje a un compositor que, finalmente, ha encontrado su lugar en el firmamento del cine.

Nota: 7.5/10