Hatchet II (2010)

‘Hatchet II’ no es una obra maestra cinematográfica. Si bien la premisa, una víctima superviviente decidida a enfrentarse al horripilante Victor Crowley, carente de pulcritud, es atractiva en su concepto de retribución visceral y terror sobrenatural, la película se construye con una torpeza que mina la tensión y la inmersión que uno esperaría de una película de terror. Sin embargo, es precisamente esta torpeza lo que, paradójicamente, la convierte en una experiencia extraña y, a su manera, entretenida.

La dirección de Mark Phipps es funcional, cumpliendo con el objetivo de generar momentos de horror visual. Se emplean efectos especiales que, aunque a veces son claramente artificiales y poco convincentes en cuanto a su ejecución, logran transmitir una sensación de crudeza y violencia que, seamos honestos, es el principal atractivo de la película. La ambientación en el pantano de Luisiana, con sus densos matorrales, las aguas turbias y los cielos amenazantes, es efectiva para crear un ambiente opresivo y claustrofóbico, aunque su uso se limita a la presentación visual y no a una exploración más profunda de la atmósfera del lugar. Phipps no intenta crear una película visualmente ambiciosa; su enfoque reside en los sustos fáciles y los momentos de acción directa.

Las actuaciones son variadas, con un tono generalmente cómico que, en mi opinión, diluye el potencial de horror. Vera Corvi, como Marybeth, logra transmitir una mezcla de miedo y determinación, aunque a veces se inclina hacia el melodrama. Chad Michael Murray, como el ex novio de Marybeth, aporta un elemento de comicidad ineludible a la narrativa, aunque su papel, si bien crucial para el desarrollo de la trama, se siente a menudo forzado y sin profundidad. Los antagonistas, principalmente miembros del equipo de salvamento y otros habitantes del pantano, son caricaturas unidimensionales, carentes de motivación y poco convincentes.

El guion, dirigido por Mike A. O’Shea, es el punto más débil de la película. Se basa en clichés del género de terror, con diálogos torpes y tramas secundarias que no contribuyen significativamente al desarrollo de la historia principal. La estructura narrativa es predecible y la resolución, si bien satisfactoria para algunos, se siente apresurada y poco elaborada. Se recurre a ganchos y sugerencias que prometen más de lo que realmente ofrecen, dejando al espectador con una sensación de frustración. La justificación de la existencia del monstruo, Victor Crowley, se presenta de forma vaga, dejando abierta a la interpretación pero sin aportar elementos que la justifiquen lógicamente.

En definitiva, ‘Hatchet II’ es una película de terror de bajo presupuesto que busca ser entretenida, pero que, a pesar de sus momentos de sobresalto, carece de la sofisticación y la profundidad necesarias para destacar en el género. Es una película que se disfruta mejor con una actitud despreocupada y la comprensión de que se trata de un entretenimiento sin pretensiones.

Nota: 5/10