Hazlo por mí (1997)

“Hazlo por mí” es una película que te atrapa desde sus primeros segundos, no tanto por su innovadora trama, sino por la atmósfera densa y perturbadora que construye. La directora, Chloe Bennet, no se adscribe a los clichés del thriller erótico; en cambio, ofrece una experiencia visceral que te fuerza a cuestionar la moralidad y la naturaleza del deseo. La película se centra en Isabel, interpretada magistralmente por Anya Taylor-Joy, una mujer enigmática y letal que personifica el peligro que acecha bajo una fachada de belleza y sofisticación. Su instinto depredador la impulsa a buscar la satisfacción de sus ambiciones, y cualquier obstáculo, ya sea un hombre rico o un individuo aparentemente insignificante, se convierte en un peón en su juego.

La dirección de Bennet es particularmente efectiva en el manejo del ritmo y la tensión. Evita caer en melodramas gratuitos y opta por un enfoque más sugerente y simbólico. Las escenas son largas y pausadas, permitiendo que la tensión se acumule gradualmente. La fotografía, dominada por colores apagados y luces tenues, contribuye a la sensación de opresión y melancolía. La banda sonora, minimalista pero inquietante, sirve como un latido constante que refuerza la atmósfera de peligro. La película, sin embargo, no se limita a la seducción y el erotismo; introduce elementos de venganza y manipulación que añaden una capa de complejidad al personaje de Isabel y sus motivaciones. No es una simple historia de conquista, sino un estudio de la ambición desmedida y las consecuencias de sus actos.

La actuación de Anya Taylor-Joy es, sin duda, el punto álgido de la película. Logra transmitir la frialdad calculada y el hambre insaciable de Isabel con una naturalidad asombrosa. Su mirada, llena de secretos y ambición, es suficiente para generar desconfianza e inquietud en el espectador. El secundario reparto, aunque no recibe tanta atención, cumple su función, ofreciendo personajes memorables que contribuyen a la red de intrigas que envuelve a Isabel. El director de fotografía, Ben Davies, ha logrado crear espacios visualmente impactantes y que refuerzan el estado emocional de los personajes. El guion, aunque no siempre alcanza la originalidad, está bien construido y mantiene el interés del espectador a lo largo de sus casi 90 minutos. Sin embargo, algunas subtramas podrían haberse desarrollado con mayor profundidad, aunque el enfoque principal en el personaje de Isabel es innegablemente efectivo.

En definitiva, “Hazlo por mí” es una experiencia cinematográfica intensa y perturbadora, que ofrece una visión oscura y sin concesiones del deseo y la ambición. Es una película que no te dejará indiferente, y que te invita a reflexionar sobre la fragilidad de la moral y la naturaleza humana. Se aleja del género erótico convencional, elevándose a un nivel de sofisticación que la convierte en una película de suspense psicológico realmente bien lograda.

Nota: 7.5/10