Hechizada (2004)

“Hechizada” (Spellbound), la nueva película de Sebastián Silva, se presenta como un cuento de hadas moderno y, francamente, un poco desconcertante. La película, ambientada en un reino que bebe de las tradiciones folclóricas chilenas, no pretende ser un clásico de la fantasía; más bien, se atreve a presentar una deconstrucción del género, explorando temas de poder, control y la fragilidad de la identidad, todo ello envuelto en una estética que recuerda tanto a cuentos populares como a una película de terror de bajo presupuesto.

La dirección de Silva es, como siempre, precisa y visualmente atractiva. Emplea la fotografía de Pablo Fernández Leboa para crear atmósferas densas y enigmáticas, jugando con la luz y la sombra para intensificar la sensación de peligro inminente. La estética es una mezcla cautivadora de elementos góticos y folclóricos, con una paleta de colores que varía entre tonos oscuros y vibrantes, logrando un resultado visualmente impactante que se queda grabado en la memoria. Sin embargo, a veces esta estética, aunque efectiva, puede sentirse un poco artificial, como si el director buscara un determinado “look” a expensas de la inmersión total.

El guion, co-escrito por Silva y Matilda Plumeri, se centra en Ella (Milagrosa Trujillo), una joven que nace con una maldición: la obediencia. Esta circunstancia la convierte en un objeto de deseo para las figuras de poder del reino, y la sume en una serie de situaciones peligrosas. La historia, aunque sencilla en su premisa, se desarrolla con una ambigüedad deliberada que desafía las expectativas del espectador. No hay un villano claro, ni un héroe definido, y la moralidad es presentada de forma ambigua. La película se centra más en la experiencia de Ella, en su lucha por encontrar su propia voz y su lugar en el mundo. El guion se beneficia de un ritmo pausado que permite a la audiencia absorber la atmósfera opresiva y reflexionar sobre los temas planteados, pero en algunos momentos se siente un poco alargado, perdiendo fuerza narrativa.

Las actuaciones son sobresalientes. Milagrosa Trujillo, en su debut en la gran pantalla, ofrece una interpretación magistral como Ella. Su mirada transmite una mezcla de vulnerabilidad, frustración y una creciente determinación. La química entre Trujillo y el resto del elenco, especialmente con Juanita Saldivar como la malvada hermanastra, es palpable. La interpretación de Saldivar es particularmente memorable, capturando la crueldad y la ambición de su personaje con una sutileza inquietante. El resto del reparto aporta una notable consistencia a los personajes que pueblan este reino mágico.

En definitiva, “Hechizada” es una película provocadora y visualmente interesante que, más que ofrecer respuestas, plantea interrogantes sobre el poder, la libertad y la identidad. No es una película para todos los públicos, y requiere una mente abierta para disfrutar plenamente de sus ambigüedades. Si bien podría haber mejorado en el desarrollo de ciertos personajes y en el ritmo general, la película merece la pena por su originalidad, su estética cuidada y la potente actuación de Milagrosa Trujillo.

Nota: 7/10