Hechizo de luna (1987)

“Hechizo de luna” (Moonlight Serenade), la nueva película de Carlo Luzzoli, no es una obra maestra, pero sí un ejercicio interesante de cine de género y un retrato sutil de la complejidad de las relaciones familiares. La película nos sitúa en la vibrante, aunque a veces opresiva, Nueva York de los años 50 y nos presenta a Loretta, una mujer italiana con una fuerza innegable que se encuentra atrapada en una relación que no es del todo suya. El guion, aunque no particularmente innovador en su premisa, logra mantener un ritmo pausado que permite al espectador conectar con la dinámica entre Loretta y Johnny, un hombre pasivo y dependiente que, sin quererlo, se convierte en un objeto de deseo para la protagonista.

La dirección de Luzzoli es precisa y evocadora. Logra recrear esa atmósfera de Nueva York con una paleta de colores cálidos y una banda sonora que se funde con la melancolía del drama. El director se centra en los detalles, en las miradas, en las expresiones faciales, para transmitir las tensiones y el deseo no expresado entre los personajes. No abusa del melodrama, sino que opta por un enfoque más sutil, lo que, en mi opinión, le da una profundidad interesante a la historia. La película no busca provocar un drama explosivo, sino una reflexión sobre la soledad, la frustración y la búsqueda de la autoafirmación.

En cuanto a las actuaciones, la interpretación de Chiara Mangiaracina como Loretta es, sin duda, el corazón de la película. Ella captura a la perfección la ambigüedad del personaje, mostrándonos a una mujer fuerte y decidida, pero también vulnerable y atormentada por su propio pasado y sus deseos. Su presencia en pantalla es magnética, y su capacidad para transmitir emociones sin necesidad de diálogos prolongados es notable. Mientras que Lorenzo Pascuzzo como Johnny no logra alcanzar la misma intensidad, su actuación es funcional y cumple su cometido dentro del contexto de la trama. El papel de la madre de Johnny, interpretado por Marina Massironi, aporta un toque de sabiduría y compasión a la historia.

El guion, si bien se apoya en tropos comunes del cine romántico, logra evocar la nostalgia por una época pasada, por los códigos sociales y las convenciones matrimoniales. La historia de la reconciliación entre Loretta y Ronnie, el hermano distante, añade una capa de complejidad emocional. Sin embargo, la trama podría haberse beneficiado de un mayor desarrollo de la relación entre los hermanos, que en algunos momentos se siente algo superficial. La película, en general, funciona mejor como un estudio de personajes, explorando las motivaciones y las emociones de Loretta, más que como un relato de amor convencional. La resolución final, aunque satisfactoria, es un poco abrupta y podría haber sido más elaborada para maximizar el impacto emocional.

Nota: 6.5/10