Hell Fest (2018)

“Hell Fest” es una película que, aunque carente de originalidad en su premisa, logra construir una atmósfera de tensión sostenida y un entretenimiento decente, especialmente si se la considera como una opción para una noche de Halloween. La historia, que gira en torno a un parque temático de terror que se convierte en una auténtica pesadilla el 31 de octubre, no ofrece un giro argumental particularmente innovador; el trasfondo de un pasado oscuro y una venganza vengativa son tropos comunes del género slasher. Sin embargo, la dirección de Jake Magoo, y en particular su dominio del suspense visual, consigue que el espectador se sienta incómodo y preocupado, incluso cuando los eventos no son particularmente sorprendentes.

La película se beneficia de una atmósfera palpable. Las cámaras se mueven con deliberación, intensificando la oscuridad del parque, resaltando los detalles amenazantes y creando claustrofobia en los espacios reducidos del parque. La iluminación juega un papel fundamental, utilizando sombras y contraste para sugerir peligros inminentes y oscurecer los rostros de los asesinos, generando un efecto de desconcierto y paranoia. La banda sonora, con sus sonidos estridentes y música inquietante, complementa la atmósfera de terror, sin ser exagerada y permitiendo que la tensión aumente de forma orgánica.

El reparto es competente, aunque pocos personajes sobresalen particularmente. El protagonista, Brandon, interpretado por Andrew Patrick, es un personaje relativamente plano, pero su desesperación y lucha por sobrevivir son comprensibles. Los antagonistas, aunque carecen de una motivación particularmente profunda, se presentan como amenazas creíbles y desagradables. La actriz principal, Sarah Ellis, ofrece una actuación sólida como una joven investigadora que llega al parque con un pasado oculto, aportando un elemento de misterio y conflicto interno. La química entre los actores es moderada, lo que permite concentrarse en las situaciones de peligro y sustos.

A pesar de su debilidad en lo que respecta a la originalidad del guion, “Hell Fest” compensa con una ejecución técnica decente y una buena dosis de tensión. Las escenas de acción y suspense son bien coreografiadas y, aunque las muertes son a veces explícitas y gráficas, se integran de manera efectiva en la narrativa. Sin embargo, el guion resulta en ocasiones predecible y algunas de las subtramas se sienten forzadas para dar mayor desarrollo a los personajes. La resolución final, aunque satisfactoria, podría haber sido más elaborada y ofrecer un cierre más definitivo para los personajes. La película se mueve al ritmo adecuado, evitando la pretensión innecesaria y manteniendo el interés del espectador durante la mayor parte de su duración. En definitiva, es una película de terror de bajo presupuesto que ofrece entretenimiento y sustos, aunque sin alcanzar la categoría de obras maestras del género.

Nota: 6/10