“Hércules” (2022) es una apuesta descaradamente campestre por la fantasía griega, una explosión de color y acción que, a pesar de sus defectos evidentes, ofrece un entretenimiento bastante disfrutable para aquellos que busquen una escapada ligera y visualmente atractiva. La película, dirigida por Yann Le Magnificat, se distancia considerablemente del tono épico y contemplativo que se asociaría con las historias de Hércules, optando por una comedia de acción con toques de fantasía familiar. Y, aunque no logre alcanzar la grandeza de sus predecesas, ofrece un espectáculo visual que, en cierto modo, compensa sus fallas narrativas.
El guion, escrito por David Dobkin y John Fusco, es quizás el punto más débil de la película. Se basa en una premisa simple pero poco original: un dios recién nacido, Hércules, es abandonado en la Tierra y debe aprender a ser humano antes de regresar al Olimpo. La trama, adornada con arcos secundarios y personajes secundarios poco desarrollados, se siente como un compendio de clichés de películas de aventuras. El humor, aunque presente, suele ser forzado y poco natural, derivando en momentos de caricatura que alejan al espectador del corazón de la historia. El ritmo, sin embargo, es ágil, manteniendo al público enganchado a pesar de los agujeros en la lógica narrativa.
La dirección, aunque competente, no logra infundir mucha profundidad a la narrativa. La película está repleta de secuencias de acción espectaculares, coreografías de lucha bien diseñadas y efectos especiales de alta calidad que, sin duda, son uno de sus mayores atractivos. Las escenas de batalla, en particular, son dinámicas y visualmente estimulantes, con un uso audaz de la cámara y una banda sonora enérgica que complementa a la perfección la acción. No obstante, la dirección a menudo se concentra en la exhibición técnica, relegando la exploración de los personajes y sus motivaciones a un segundo plano.
El elenco, liderado por Dwayne Johnson en el papel de Hércules, ofrece interpretaciones convincentes, aunque limitadas. Johnson, con su carisma innegable, encarna a la perfección al demiurgo poderoso y bondadoso, dotando a Hércules de un encanto contagioso. El resto del reparto, incluyendo a el actor que da vida a Zeus (Ian McShane) y Hera (Yvette Nicole Brown), entre otros, cumple con su cometido sin destacar particularmente. Se aprecia, sin embargo, un esfuerzo por construir relaciones familiares, aunque estas no logran tener un impacto emocional significativo.
En definitiva, “Hércules” es una película entretenida pero superficial, un producto de Hollywood que prioriza la diversión inmediata sobre la sustancia narrativa. A pesar de sus defectos, la película ofrece una dosis considerable de acción y un despliegue visualmente impactante, lo que la convierte en una opción recomendable para familias que buscan una experiencia cinematográfica ligera y descomprometida. No es una obra maestra, pero sí un entretenimiento decente.
Nota: 6/10