Hércules (2014)

“Hércules” (2022) no es la película que esperábamos de Disney, ni siquiera la que solicitábamos en el fondo. Lejos de un triunfo épico y conmovedor, se presenta como una aventura de acción espectacular pero, en última instancia, frívola y superficial. La película, adaptada de la novela gráfica de Boom! Studios, intenta capturar la esencia de la leyenda griega a través de una lente moderna, pero termina sacrificando la profundidad emocional y el peso histórico por el espectáculo visual. Disney ha optado por una estética grandilocuente, reminiscente de "La Guerra de las Galaxias", y aunque el resultado es visualmente atractivo, contribuye a un distanciamiento de la narrativa original.

La dirección de Dean Fleischer-Camp, que ya demostró su talento con “Runt”, apuesta por un estilo de animación stop-motion que, a pesar de ser innovador, se siente a veces torpe y desconectado del ritmo narrativo. La técnica, que busca emular la apariencia de la guerra y el combate, se centra tanto en el detalle de la animación de los cuerpos y las armas, que puede resultar impactante, que en la fluidez de la acción. Esto lleva a una experiencia visualmente interesante, pero no siempre contribuye a una historia sólida. El uso de los efectos especiales es considerable, creando escenas de batalla realmente espectaculares, pero la sobreabundancia de estos efectos, en lugar de enriquecer la trama, la distrae y diluye el impacto.

El reparto ofrece actuaciones decentes, aunque generalmente apagadas. Dwayne Johnson, como Hércules, se limita a encarnar el arquetipo del héroe fuerte y decidido, sin profundizar en la complejidad emocional del personaje. Su interpretación es correcta, pero carece de la vulnerabilidad y el tormento interno que se esperarían de un semidiós que ha perdido a su familia. El resto del elenco, incluyendo el icónico Ian McKellen como Zeus, no logran destacar más allá de su papel asignado. Se sienten más como personajes secundarios que como individuos con su propia motivación y desarrollo.

El guion, adaptado de la novela gráfica, es quizás el aspecto más débil de la película. Se centra casi exclusivamente en la acción y la aventura, relegando a un segundo plano el trasfondo de la leyenda y las motivaciones de los personajes. La trama es lineal y predecible, con diálogos simplistas y pocos momentos de verdadera reflexión. Se intenta explorar temas como el honor, la lealtad y el precio de la fama, pero de una manera superficial y desprovista de sutileza. La adaptación del material original parece haber sacrificado gran parte de la riqueza y la complejidad de la historia de Hércules. En lugar de profundizar en el conflicto interno del personaje y sus dilemas morales, se opta por una aventura de acción sin concesiones, donde la fuerza bruta y el combate son los elementos predominantes. Es una pena que la película no se atreviera a ser más audaz y a explorar las implicaciones más profundas de la leyenda.

En definitiva, “Hércules” es una película entretenida pero olvidable, que ofrece un espectáculo visual impresionante pero carece de la sustancia y la profundidad necesarias para convertirse en un clásico. Es un ejemplo de cómo Disney puede apostar por la acción y el espectáculo, pero a menudo a expensas de la calidad narrativa y la construcción de personajes.

Nota: 6/10