Here (Aquí) (2024)

“Here (Aquí)” es una experiencia cinematográfica radicalmente diferente a cualquier otra que haya presenciado en los últimos años. La decisión de confinar toda la narrativa a una sola habitación, un espacio aparentemente inmaculado y, a la vez, profundamente cargado de significado, es una apuesta audaz que, afortunadamente, se ve recompensada. La película no busca entretenimiento convencional; busca una inmersión, un viaje introspectivo que nos invita a reflexionar sobre el tiempo, el amor, la pérdida y la naturaleza de la existencia.

La dirección de Ari Aster es magistral, no solo por su capacidad para crear una atmósfera de tensión constante y claustrofobia controlada, sino por la delicadeza con la que maneja la presentación de las diferentes generaciones. Cada encuentro, cada fragmento de diálogo, cada mirada, se siente crucial, un ladrillo en la construcción de la historia. La puesta en escena es minimalista, casi austera, lo que obliga a la audiencia a concentrarse en lo esencial: las emociones de los personajes y la fuerza implícita en su interacción. La iluminación, sutilmente modulada, juega un papel fundamental en la construcción del ambiente, acentuando los momentos de intimidad y amplificando la sensación de desolación.

Las actuaciones son excepcionales. Minnie Driver, como la mujer que se encarga de mantener el lugar y guiar a los nuevos inquilientes, ofrece una interpretación en la que la calma es una máscara que oculta una profunda tristeza y un amor incondicional. Pedro Pascal, en su breve pero impactante aparición, irradia una mezcla de vulnerabilidad y autoridad, creando un personaje que, a pesar de su corta estancia, deja una huella imborrable. La química entre los actores, palpable en cada escena, es el corazón de la película, el vínculo que trasciende el tiempo y el espacio. Es imposible no sentir la carga emocional de cada encuentro.

El guion, coescrito por Ari Aster y Cormac McCarthy, es intrincado y poético. No se explica la razón de la existencia de este lugar, ni el origen de los habitantes, y esa es precisamente la genialidad de la historia. La película no ofrece respuestas fáciles; se limita a presentar un fragmento de vidas, conectados a través del amor, la pérdida y el dolor. La ausencia de una narrativa lineal obliga a la audiencia a interpretar y a darle su propio significado a las imágenes y a las palabras. Es un guion que se disfruta mejor con la mente abierta y la disposición a aceptar la ambigüedad. La elección de McCarthy como co-guionista aporta una profundidad y una melancolía características de su escritura, elevando el nivel de la película.

“Here (Aquí)” es una obra perturbadora, conmovedora y, en última instancia, hermosa. Es una película que se queda contigo mucho después de que los créditos finales han terminado de rodar, generando reflexiones sobre lo que realmente importa en la vida. No es una película para todo el mundo, pero para aquellos que están dispuestos a abrazar su peculiaridad y a dejarse llevar por su atmósfera, "Here (Aquí)" se convertirá en una experiencia inolvidable.

Nota: 8.5/10