Hero (2002)

‘Hero’ (Héroe) de Zhang Yimou es mucho más que una simple película de acción histórica; es una meditación sobre el honor, el sacrificio y la naturaleza retorcida del poder. La película se presenta como un espectáculo visual deslumbrante, un despliegue magistral de colores vibrantes y la arquitectura imponente de la antigua China, pero tras la superficie de esta belleza visual, se encuentra una narrativa compleja y profundamente melancólica que invita a la reflexión.

La dirección de Yimou es, como siempre, impecable. El uso del color es absolutamente fundamental; la paleta inicial, dominada por tonos fríos y oscuros, refleja la brutalidad y la desesperación de la época. La transición, con la aparición gradual de los colores cálidos, representa la esperanza y la posibilidad de redención, aunque ésta siempre quede teñida de tragedia. La puesta en escena es casi teatral, con cada escena cuidadosamente coreografiada y llena de simbolismo. Yimou no se limita a contar una historia; él la vive y la transmite al espectador a través de la imagen y el movimiento.

El guion, adaptado de la novela “El Héroe” de Lú Xiqing, es un ejemplo de minimalismo elegante. Las conversaciones son concisas, las acciones son directas y los personajes son definidos por sus motivaciones. No hay excesos de diálogo ni explicaciones innecesarias. La historia, contada casi por completo a través de la perspectiva de Sin Nombre, es una serie de flashbacks que revelan la vida de los tres asesinos: Espada Rota, Nieve y Cielo. Cada uno de ellos, a su manera, es un hombre herido, consumido por el honor, la ambición o el amor, lo que los convierte en figuras trágicas y, a la vez, comprensibles. La elección de contar la historia desde el punto de vista de un outsider, un ejecutor sin nombre, es un recurso narrativo brillante que permite al espectador observar la violencia y la moralidad a distancia, como si fuera un espectador silencioso en un drama macabro.

Las actuaciones son, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Jet Li, en el papel de Sin Nombre, ofrece una actuación sutil y contenida, transmitiendo la carga emocional de su pasado a través de miradas y gestos. Wang Xuebin, como Espada Rota, interpreta con una profunda melancolía el peso de su honor mancado. Li Weiqi, por su parte, aporta una fragilidad y vulnerabilidad convincentes al papel de Nieve. No obstante, es el papel de Cielo, interpretado por Tony Leung, el que más impacto emocional genera, gracias a la intensidad y la complejidad del personaje. Leung es simplemente sublime, captando la esencia de un hombre consumido por el amor y la culpa.

‘Hero’ es una película que se queda contigo mucho después de que los créditos finales se hayan desenrollado. Es una obra maestra visual y narrativa que desafía las convenciones del género de acción y que nos obliga a confrontar las preguntas sobre la naturaleza del heroísmo, la moralidad y el precio de la ambición. No es una película fácil de ver, pero es una experiencia cinematográfica inolvidable.

Nota: 8.5/10