Hijo de Dios (2014)

“Hijo de Dios” (Son of God) no es, sin duda, una película que redefine el género biográfico sobre la vida de Jesús. Dirigida por Adolfo Pineiro, la cinta se presenta como una revisión moderna y, seamos honestos, bastante ambiciosa del relato bíblico, pero carece de la profundidad y la sutileza necesarias para realmente conectar con el espectador. Diogo Morgalo, quien regresa a la pantalla como el Cristo, ofrece una interpretación seria y competente, transmitiendo la seriedad y el peso del personaje con un rostro expresivo y una presencia imponente. Sin embargo, la actuación, aunque honesta, no logra superar la rigidez que le impone el guion.

La película intenta abarcar la totalidad del itinerario de Jesús, desde su humilde nacimiento en Belén hasta su crucifixión y resurrección. Esto, sin embargo, resulta en una narrativa acelerada y superficial. La película se siente, a menudo, como una serie de escenas individuales que se suceden rápidamente, perdiendo la oportunidad de explorar las emociones, las relaciones y los dilemas internos del personaje. El guion, escrito por Pineiro y Mark Bray, se centra principalmente en los eventos más conocidos de la historia de Jesús, obviando detalles importantes y simplificando las complejidades morales y filosóficas del mensaje evangélico. No se profundiza en el contexto histórico y social de la época, ni en las tensiones entre los evangelios, lo que genera una visión bastante monolítica y poco rica.

Desde el punto de vista visual, la película intenta imbuirse de un realismo que, en general, funciona bien. Se utilizan fondos verdaderamente elaborados y se presta atención al vestuario y los accesorios, dándole a la película un aire de autenticidad que contrasta, quizás, con la naturaleza trascendental del tema. Sin embargo, esta apuesta por el realismo a veces choca con el tono, que, en momentos, se vuelve demasiado literal y carente de la atmósfera de misterio y espiritualidad que el relato merece. La fotografía, aunque competente, no logra compensar la falta de pulido en la dirección. Pineiro, en su intento de modernizar la historia, termina por despojarla de parte de su magia.

No obstante, la película no es un completo fracaso. El casting, además de Morgalo, es sólido y las escenas de acción, especialmente aquellas relacionadas con la persecución y la crucifixión, están bien coreografiadas y visualmente impactantes. La banda sonora, compuesta por Michael Salvato, logra crear una atmósfera emotiva que, en algunos momentos, llega a tocar las fibras del espectador. Pero al final, “Hijo de Dios” es una película que se queda en la superficie, sin ofrecer una reflexión profunda ni un mensaje verdaderamente resonante. Es, más bien, una recreación estética del relato bíblico, digna de ser vista por curiosidad, pero que no dejará una huella duradera.

Nota: 6/10