Historia de una pasión (2016)

“Historia de una pasión” no es simplemente una biografía de Emily Dickinson; es un viaje visceral a las profundidades de un alma extraordinariamente compleja y, en gran medida, desconectada del mundo. La película, dirigida con una sensibilidad cuidadosa por Terence Davies, logra capturar la esencia de una mujer que, paradójicamente, logró dejar una huella imborrable en la literatura estadounidense, a pesar de haber vivido la mayor parte de su vida aislada en la opulenta, pero también restrictiva, mansión familiar de Amherst. Davies, conocido por su estilo distintivo y su enfoque en el detalle, se sumerge en la atmósfera de la América de principios del siglo XIX, dotándola de una palpable sensación de encierro y de la rigidez de las convenciones sociales de la época.

La película se centra en la evolución de Dickinson desde una niña dotada de un talento precoz, que le es arrebatado abruptamente por una profunda herida emocional –la muerte de su hermano, William–, hasta su consagración como poeta. La actuación de Saoirse Ronan, en un papel que claramente la define, es magistral. Ronan transmite con una sutileza conmovedora la internalidad de Dickinson, su melancolía, su intensidad y su incomunicabilidad. No se trata de una representación grandilocuente, sino de una construcción minuciosa de una mujer que se mantiene a distancia del mundo, a pesar de su capacidad para sentir con una fuerza abrumadora. La química entre Ronan y la también excelente Radhika Apte, que interpreta a la pragmática y algo exasperada madre de Dickinson, es uno de los puntos fuertes de la película.

El guion, adaptado de la obra de Linda Ferretti y John Bierman, se centra más en el proceso creativo de Dickinson que en los eventos externos de su vida. Vemos a la poetisa laborando en su estudio, escribiendo incansablemente, borrando y reescribiendo versos. Davies no se apresura a explicar las razones detrás de su reclusión, optando por mostrarlo a través de sus acciones, sus pensamientos y su mirada. Este enfoque, aunque deliberado, puede resultar desconcertante para el espectador que espera una narrativa más lineal y con mayor énfasis en el drama social. Sin embargo, la película recompensa al espectador paciente con una profunda inmersión en la mente de una de las voces más originales de la poesía.

La fotografía, con tonos apagados y una paleta de colores dominada por los verdes y marrones de la naturaleza circundante, contribuye a crear una atmósfera de soledad y de introspección. La banda sonora, igualmente discreta, refuerza la sensación de intimidad y de vulnerabilidad. "Historia de una pasión” es, en definitiva, una película sobre la fuerza del arte, sobre la capacidad de la poesía para trascender las limitaciones del mundo exterior y para conectar con la esencia misma del ser humano. No es una película fácil de ver, pero es una experiencia cinematográfica profundamente satisfactoria y reveladora.

Nota: 8/10