Historias de Nueva York (1989)

“Historias de Nueva York” no es una película que busca agradar a toda costa; es una declaración. Un ejercicio de maestría cinematográfica que, si bien no posee un gancho narrativo tradicional, se sostiene con una precisión y un pulso emocional que la hacen irresistible para los amantes del cine de calidad. Esta reunión de tres relatos independientes, cada uno firmado por Woody Allen, Martin Scorsese y Francis Ford Coppola, es una exploración profunda y, a veces, desconcertante de la complejidad de la vida urbana y la naturaleza humana.

Scorsese nos entrega "Apuntes al natural", un drama claustrofóbico con un Albert Hall (Daniel Day-Lewis) absolutamente deslumbrante. La película, en su totalidad llena de un silencio denso y palpable, construye una atmósfera de tensión brutal mientras retrata la autodestrucción de un pintor en crisis. La dirección de Scorsese es, como siempre, impecable, logrando transmitir la desesperación y la miseria de la protagonista a través de miradas, gestos y la meticulosa composición de cada plano. Day-Lewis, sin duda, ofrece una de las mejores interpretaciones de su carrera, su actuación es casi una comunión con el personaje, una inmersión total en la desesperación.

Coppola, por su parte, nos presenta "Vida sin Zoe", una comedia negra con una elegancia peculiar. La historia de una niña millonaria que intenta forzar la reconciliación de sus padres es, en su esencia, absurda, pero Coppola la maneja con un toque sutilmente irónico. La película es un reflejo de la desconexión entre la riqueza y la felicidad real, y la actuación de Natasha Lyonne es encantadora, dotando de vitalidad a un personaje que podría haber sido plano. La dirección de Coppola aporta una frescura y un humor inteligente que equilibran la melancolía del guion.

Woody Allen, como era de esperar, firma "Edipo reprimido" con su sello inconfundible. La trama, que involucra un mago que “desaparece” a la esposa de un abogado, es tan extravagante como un cuento de hadas moderno. Allen nos muestra una visión satírica y a veces grotesca de la sociedad neoyorquina, donde la obsesión por el poder y el control puede llevar a la locura. La dirección, aunque con sus momentos repetitivos, es precisa en el retrato de personajes moralmente ambiguos. Penélope Cruz, en un papel que le sienta especialmente bien, ofrece una interpretación audaz y arriesgada, demostrando una versatilidad sorprendente.

En conjunto, "Historias de Nueva York" es una experiencia cinematográfica estimulante y memorable. Las tres películas, aunque diferentes en tono y estilo, comparten una preocupación común: la exploración de la identidad, el deseo, el amor y el poder. La dirección de los tres directores es magistral, y las actuaciones son, en general, excepcionales. La película no busca ofrecer respuestas fáciles, sino más bien plantear preguntas importantes sobre la condición humana. Es una película que te hará reflexionar y que te quedará en la memoria mucho tiempo después de que terminen los créditos.

Nota: 8.5/10