Hodja fra Pjort (1985)

“Hodja fra Pjort” es un espectáculo visual deslumbrante, una fantasía audaz que se atreve a tomar inspiración en la vasta y rica tradición de los cuentos de “Cuentos de Mil y Una Noches”. La película, dirigida por Lars Lundegaard, no pretende ser una reinterpretación profunda ni una crítica al folklore oriental, sino más bien, una celebración vibrante y llena de energía de la aventura y el humor. El resultado es una experiencia cinematográfica que, a pesar de sus momentos desiguales, posee un encanto innegable y una estética que justifica por sí sola la ida al cine.

David Bertelsen, como el joven Hodja fra Pjort, se desvela como un actor con un carisma natural y una presencia magnética. Su interpretación es, en general, convincente, aunque la película le obliga a asumir un rol a veces caricaturesco, que podría haber sido manejado con mayor sutileza. Sin embargo, Bertelsen aporta una sinceridad y una alegría que contagian la pantalla. Astrid Henning-Jensen, como Emerald, complementa bien la dinámica del protagonista, aportando una dosis de dulzura y valor a la trama. Las interpretaciones de Stig Hoffmeyer y Leif Sylvester, como el valeroso pero impulsivo Kaspare y el astuto Otto respectivamente, son más bien secundarias, pero cumplen su cometido de añadir más color y comedia a la acción.

El guion, escrito por Lars Lundegaard y David Christensen, es donde se encuentran las mayores debilidades de la película. Aunque la premisa de una aventura a bordo de un alfombra voladora es inherentemente atractiva, la trama se siente a veces descuidada y predecible. Los gags, aunque divertidos, tienden a recurrir a estereotipos y a bromas visuales más que a la construcción de un argumento sólido. La resolución del conflicto final, con un ataque repentino y un final abrupto, parece sacado de un cortometraje más que de una película de largometraje. Afortunadamente, la estética visual y la banda sonora, con un deleite por la música turca, compensan parcialmente estas fallas narrativas.

La película realmente brilla gracias a su puesta en escena. Las locaciones turcas son impresionantes, ofreciendo un telón de fondo exótico y vibrante que realza la magia de la aventura. El uso de efectos especiales, aunque no siempre impecables, es abundante y contribuye a crear una sensación de fantasía convincente. La coreografía de las escenas de acción, aunque a veces exagerada, es dinamica y entretenida. Sin embargo, la apuesta por el color y la acción a veces eclipsa la profundidad de la historia, convirtiendo a “Hodja fra Pjort” en un espectáculo puro y duro, una aventura visual que, si bien desconecta completamente de la complejidad de las historias de “Mil y Una Noches”, ofrece un escape emocionante y divertido para toda la familia.

Nota: 6/10