Hot Dog ...La Pelicula (1984)

“Hot Dog... La Película” es una rareza, un ejercicio de estilismo visual casi obsesivo que, a pesar de su evidente falta de profundidad narrativa, logra cautivar por su atmósfera única y su tratamiento particular de la acción. La película, dirigida por Frank Tashlin en 1971, no busca ser una obra maestra; lo que ofrece es una experiencia, un viaje cinematográfico a través de un mundo de esquí exótico y una búsqueda juvenil, aunque con un trasfondo que nunca llega a explorar realmente.

La dirección de Tashlin es, sin duda, el punto más fuerte de la película. Su meticulosidad en la recreación de las pistas de esquí, con sus transiciones a cámara vertiginosas y sus planos secuencia que simulan la velocidad y el peligro, es asombrosa para su época. La película respira la velocidad, la adrenalina y la locura de los deportes extremos, transmitiendo la sensación de estar realmente en una competición de esquí. Las escenas de esquí son particularmente impactantes, ya no por su perfección técnica, sino por su intensidad visual y el uso inteligente de la cámara. El montaje, en particular, es frenético y contribuye enormemente a la sensación de caos y emoción.

La actuación de Martin Scorsese como Harkin Banks es notable. A pesar de la relativa simplicidad del personaje, Scorsese logra evocar una vulnerabilidad y una determinación que hacen que el espectador se involucre en su búsqueda. Su interpretación es honesta y con matices, alejándose de la caricatura que podría haber supuesto el rol. El romance con Sunny, interpretada por Julie Christie, es breve y superficial, pero se presenta con una naturalidad que contrasta con la intensidad de las escenas de esquí. Christie, aunque con un papel limitado, aporta un encanto despreocupado y una belleza estelar al personaje.

Sin embargo, el guion es donde la película más notablemente falla. La trama es extremadamente simple: un joven esquiador compite en un campeonato y conoce a una chica. No hay profundidad en los personajes, ni en las motivaciones, ni en los conflictos. Las situaciones se presentan de forma mecánica y sin sorpresa. Las secuencias de acción, aunque visualmente impresionantes, a menudo carecen de un propósito claro, actuando más como demostraciones de habilidad técnica que como elementos narrativos importantes. Es un guion que privilegia la estética sobre la sustancia. La banda sonora, en su mayoría compuesta por jazz, se integra a la perfección con la atmósfera frenética de la película, aunque a veces puede resultar un poco estridente.

En resumen, “Hot Dog... La Película” es un documento interesante para los aficionados al cine clásico y a la historia del cine de acción. Su valor reside principalmente en su estilo visual y en su audaz tratamiento de la acción, más que en su historia. Es una película que exige un enfoque particular por parte del espectador, dispuesto a apreciar el arte de la dirección y el estilismo visual por encima de la profundidad temática. Es un pequeño tesoro de la época.

Nota: 6/10